Las ventas han bajado entre un 40 y 60 por ciento. Está muy crítica la situación. Se quejó el coordinador.
“Estamos igual que antes. La economía va para abajo y la gente nomas viene a ver, a pasearse un rato, y se va”, dijo Gerardo Aguilar coordinador de la pulga Praderas, al sur de Monclova.
El Tiempo realizó un recorrido el domingo en la Pulga de Praderas a las 11 de la mañana. Prácticamente no había movimiento como hace dos años. Incluso ni en los puestos de gorditas y menudo.
“Yo como vendedora de objetos de segunda mano, cuando menos saco para hacer el mandadito cada semana. Hay quienes solo vienen a dar la vuelta a que les del sol y se van. Otros apenas compran, pero no invierten mucho”, dijo la señora de la tercera edad Rosa Hortensia.
Diversión. El coordinador de la pulga quien vende tinas y botes metálicos y de plástico. Señaló que, en la actualidad las familias solo vienen a pasearse como una pérdida de tiempo o de diversión. “Si acaso a comer gorditas, barbacoa, taquitos o menudo. Primero hay que llenar la panza y luego lo demás”.
Según el coordinador las ventas en las pulgas de la región centro afiliadas a la UCA (Unión de Comerciantes Ambulante) han bajado entre un 40 y 60 por ciento. “Está muy crítica la situación. Yo no sé si hay lana o no. Nosotros le echamos la culpa a la escuela, a las graduaciones”.
Pulgas. Recordó que en los meses de febrero y marzo tuvieron una ligera recuperación económica. “Ahí vamos, ratos andando y ratos a pie”.
La gente no acude a las pulgas porque tiene deseos de pasearse, de salir después de tanto encierro. Ese puede ser otro factor por qué las pulgas están prácticamente solas. A parte el sol que a los adultos y niños les afecta”.
Actualmente la UCA cuenta entre 800 y 900 socios, cuando antes que llegara la pandemia se contabilizaban más de mil. “Muchos socios dejaron de venir por el alto costo de la gasolina. Ya no les conviene echarle 200 pesos”, indicó.
El representante de los pulgueros señaló que la última recuperación podría ser hasta diciembre.