Autoridades municipales de Monclova, intervinieron para que el problema entre ambas personas no pasara a mayores y terminaran a los golpes.
Una discusión por mil pesos entre un presunto indocumentado mexicano y un indocumentado salvadoreño, dejo al descubierto que delincuentes mexicanos se filtran entre las caravanas de migrantes para despojarlos de dinero a cambio de no secuestrarlos.
Fue el caso de Juan Pablo “N” originario de Valle Hermoso Tamaulipas, quien tuvo que ser monitoreado por autoridades estatales, tras ser acusado por un grupo de alrededor de 15 migrantes, a los que presuntamente había amenazado con secuestrarlos.“El hombre y otros dos se unieron a la caravana hace dos días, pero todo el tiempo simulaban hablar por teléfono y decían si jefe ya vamos avanzando, después nos dijeron que, si no les dábamos mil pesos y el teléfono celular, nos iban a secuestrar llegando a Tamaulipas”, declaro Miguel “N” originario de Venezuela en contra de Juan, después de enfrentarlo y negarse a sus peticiones.
En su defensa Juan Pablo dijo que él había sido deportado hace tiempo de Brownsville, Texas, Estados Unidos y que lo habían dejado en un tramo conocido como La Goretti Nuevo León, donde aseguro fue asaltado por la mara salvatrucha.
Agregó que se percató cuando una persona le dio mil pesos a el Salvadoreño Miguel para que los repartiera y que fue lo que le reclamo, indicando que él fue el que quiso asustarlo diciéndole que pertenecía a la mara salvatrucha.
Los primeros en enterarse de la situación fueron autoridades municipales de Monclova, quienes intervinieron para que el problema entre ambas personas no pasara a mayores y terminaran a los golpes.
Raúl Alcocer director de Seguridad Pública Municipal quien había acudido a brindar apoyo humanitario a los migrantes, decidió dar parte a las autoridades estatales, para que ellos se hicieran cargo de la situación.
Minutos después arribaron elementos del Grupo GATEM, quienes en todo momento tuvieron monitoreado a Juan Pablo, para evitar que cometiera un delito en contra de los extranjeros, pero sin violar sus derechos a seguir participando en la caravana de migrantes.