Escobar comprobó que había escogido el camino y el deporte correcto en 2001.
Guayaquil (Ecuador),.- La halterofilia se ha convertido en el escape perfecto a la felicidad y un estilo de vida diferente para la legendaria Alexandra Escobar, quien a sus 41 años continuará con su sueño de continuar abrazándose con el éxito, desde el 24 de junio, en los Juegos Bolivarianos de Valledupar.
De un hogar carente de muchas cosas, menos de sueños para romper la pobreza, Escobar encontró desde muy niña en la halterofilia el tren que la transportaría por el mundo en busca de medalla.
Esa pasión y sus sueños impidieron que las lesiones, las pérdidas de seres amados como su esposo, o su frustrado intento en Tokio, el quinto por ganar en Tokio una medalla olímpica, la empujaran a la retirada.
La cita en la ciudad colombiana de Valledupar, que marca el comienzo del calendario olímpico hacia París 2024, la hace sentir ahora más vigente.
Consciente también que a sus 41 años las fuerzas no serán iguales en Valledupar, ante jóvenes que están apareciendo con mucha fuerza, Escobar espera destacar apelando a su experiencia y a la vida llena de cuidados.
Los de Valledupar será los sextos Juegos Bolivarianos para la deportista que debutó en 2001 en Ambato (Ecuador) y continuó en 2005 en Armenia y Pereira (Colombia), en 2009 en Sucre (Bolivia), en 2013 en Trujillo (Perú) y en 2017 en Santa Marta (Colombia).
Silvio Mila, un entrenador de levantamiento de pesas en su natal provincia de Esmeraldas, descubrió en Alexandra a un verdadero diamante que talló hasta alcanzar cinco participaciones olímpicas, catorce mundiales, así como Juegos Bolivarianos, Panamericanos, Sudamericanos y otros tantos torneos oficiales.
Escobar comprobó que había escogido el camino y el deporte correcto en 2001, cuando ganó su primera medalla de oro durante el Mundial en Antalya (Turquía).
Y desde entonces, no paró de competir y triunfar.
Si bien no ganó una medalla en Juegos Olímpicos, sumó tres diplomas en esas citas gracias al cuarto puesto en Río de Janeiro 2016; el quinto en Pekín 2008 y el séptimo en Atenas 2004.
Por contra, fue oro en los Juegos Panamericanos de 2019 en Lima.
Si duda, la mayor decepción la sufrió en Tokio 2020. Lo había apostado todo y al quedarse con las manos vacías pensó en el adiós definitivo.
Pero aún escuchaba las palabras que en 2017 le dedicó su marido antes de morir: "No te retires, Alexandra, aún tienes muchas alegrías al país".
En la ciudad colombiana de Valledupar Alexandra Escobar espera encontrar otro motivo para ser feliz.
Allí será la abanderada de Ecuador junto al boxeador Gerlon Congo.
Ambos encabezarán una delegación de 259 deportistas que representarán al país en 26 disciplinas, entre ellas la campeona olímpica Neisi Dajomes, llamada a ser la sucesora a Alexandra Escobar.