¡Al pesebre... fieras! Bienes digitales

El valor depende de quien lo aprecia

La tecnología blockchain llegó para quedarse. Es relativamente nueva y ha estado sonando cada vez más debido a las transacciones que se realizan con criptomonedas y últimamente con NFT (Token no fungible). Podemos decir que la tecnología blockchain elimina a los intermediarios de cualquier transacción, descentralizando la gestión y abaratando costos. 

Es una serie de registros distribuidos por medio de una cadena de bloques que proporciona una forma de registrar transacciones o cualquier integración digital de una forma que es bastante segura, transparente, resistente a interrupciones, auditable y eficiente, las cadenas de bloques están distribuidas en millones de nodos, cada uno de los cuales tiene una huella digital de las transacciones que se van creando. 

Los NFT han ido cobrando relevancia a partir de la pandemia, desde fotografías, videos, música, animaciones GIF y obras de arte que no necesariamente existen físicamente. De hecho, los NFT fueron creados como una forma de crear una escasez digital verificable de bienes, para brindar protección de propiedad digital y de paso crear un mercado de bienes únicos, donde no haya otro idéntico. Lo más parecido sería a los bienes de arte de toda la vida y como tal, el valor depende de quien lo aprecia, así, ha habido desembolsos de varios millones de dólares por bienes que aparentemente no tienen ningún valor para una persona común, como el primer tuit enviado por su fundador Jack Dorsey y subastado en 2.9 millones de dólares. Los nuevos dueños en abril pasado cuando quisieron venderlo, en la subasta no alcanzó los 300 dólares.

Hay por supuesto bienes que parecen tener un valor por sí mismos, como el caso de una canción del compositor mexicano Armando Manzanero que en próximos días se pondrá en subasta en una versión inédita, al poseedor del NFT no sólo podrá presumirla como suya, sino que tendrá acceso al 20% de las regalías que genere dicha canción. 

Ahí cobra sentido, pero hay otros muchos bienes que no lo son tanto, como últimamente han aparecido inmobiliarias donde te venden una casa o un terreno en un entorno virtual, algo que así leído, suena ridículo. Debemos acordarnos que este tipo de transacciones ya existen desde hace varios años, sobre todo en el mundo de los videojuegos, donde las empresas encontraron una mina de oro al vender “items”, objetos dentro del juego como armas, vestuarios, stickers y otros objetos de deseo que traspasaron sus entornos virtuales para pasar a transacciones financieras con dinero real. Pero vender terrenos en un espacio inexistente suena como cuando alguien ofrece lotes en venta en la luna, y eso está por ahora más cercano.

Hace unos días en entrevista, el fundador de Microsoft y filántropo Bill Gates dijo que las criptomonedas y los NFT están basados en encontrar a “alguien más tonto”, en forma de broma, refiriendose a la utilidad de los bienes digitales. Comentó en una conferencia que estos bienes se basan en una teoría financiera conocida como un tonto mayor, donde su único objetivo es dar con alguien más tonto que compre valores ya inflados, a un precio mayor. 
¿Estamos ante una burbuja de bienes digitales?. Lo cierto es que un poseedor de un bitcoin completo comprado a 1 dólar, lo podría haber vendido en noviembre de 2021 en unos 67 mil USD y hoy obtendría unos 20 mil USD, nada mal para algo que nació hace poco más de 10 años.

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