La historia de "El Chavo del 8" llegó a millones de personas en el mundo que no se esperaban el desgarrador motivo por el que es huérfano.
Roberto Gómez Bolaños tuvo la fabulosa idea de crear un personaje único, inspirador y totalmente conmovedor: "El Chavo del 8". La historia del niño de ocho años que vive dentro de un barril en una vecindad, mueve hasta al ser más duro.
No tiene familia, es pobre y anhela tener los juguetes de sus vecinos y comida de casa. Ama las tortas de jamón, es humilde, juguetón y apoya a los miembros de la vecindad. Es una vida complicada pues no festeja su cumpleaños, no hay celebraciones navideñas con seres queridos y es señalado y golpeado cada que tiene un error.
Jamás perdió la inocencia. Su creador, Roberto Gómez Bolaños quien también lo interpretó en la exitosa serie de televisión, publicó en su libro "El Diario del Chavo del Ocho" su historia familiar y la verdadera razón por la que es huérfano.
¿Por qué "El Chavo del Ocho" es huérfano?
El personaje de "El Chavo del Ocho" no conoció a su padre y tiene muy pocos recuerdos de su madre quien lo dejaba al cuidado de alguien más por tener que salir a trabajar. Cansada llegaba a casa sin darse cuenta qué niño se había llevado, a veces se llevaba a otro dejando a su verdadero hijo en la institución... hasta que una noche ya no lo buscó más.
Así pasó un día, dos, meses, años y jamás volvió a saber de ella. Finalmente "El Chavo" terminó alojado en un orfanato. Tenía un nombre que también muy pocas personas saben: Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi.
En el lugar sufrió maltratos de parte de la señora Martina, una celadora que no quería a los niños. Desde muy corta edad entendió que estaba solo y debía salir adelante con sus propios medios. Juntó a su grupo que también estaba cansado de ella y la enfrentaron diciéndole que se irían si no dejaba de maltratarlos.
La amenaza no salió como los niños esperaban. Le abrió la puerta diciéndole que si quería podía irse y "El Chavo" no lo dudó, se fue. Caminó por varios días con sus pocas pertenencias amarradas entre una tela a un palo, hasta que tratando de buscar refugio ante una tormenta encontró la vecindad. Ese momento lo muestran en la serie cuando "La Chilindrina" y su papá, Don Ramón, le muestran fotos antiguas y relatan su llegada a la vecindad con un gran short amarrado de los tirantes, playera a rayas y gorro con orejeras.
Tenía mucha hambre, relata en el episodio, y Don Ramón le ofreció una torta de jamón y un par de zapatos que nunca se quitó. Recién llegado vivió en el departamento número ocho donde lo adoptó una señora mayor que le recordaba a su nieto pero después la mujer falleció y al no tener con qué pagar la renta, se fue a vivir al barril del patio.