El Tratado de Libre Comercio con América del Norte ofrece muchas oportunidades
En su tradicional videomensaje de los lunes, el excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya aseguró que la ausencia del presidente, Andrés Manuel López Obrador en la Cumbre de las Américas significó una oportunidad perdida para México y su ausencia fue por defender a tres dictadores.
El panista queretano dijo que el problema de fondo es que “López Obrador está atrapado en los años setenta”. Por eso “ve al pasado y no al futuro”.
Recuerda que, en su momento, el presidente se opuso a la entrada en vigor del TLCAN, “aunque ahora haga como que de eso no se acuerda”, y que el tiempo demostró que estaba equivocado, porque “México se convirtió en una potencia manufacturera, que exporta más productos que todos los países de América Latina juntos”.
Anaya argumenta que “esas dictaduras autoritarias como Cuba, Nicaragua y Venezuela no son nuestro camino. Nuestro camino es el de la revolución tecnológica, la innovación, las energías limpias, la educación de calidad, la infraestructura (pero la de a de veras, no sus ocurrencias), que detona la inversión y abre oportunidades de trabajo. Trabajo bien pagado para los jóvenes que quieren salir adelante con su esfuerzo”.
En cuanto a la idea manifestada por López Obrador de ir en julio a Estados Unidos, porque “él le va a explicar Biden su plan para unir a todos los países del continente”, Anaya recuerda que no es una idea original. Intentos previos como la ALADI, el Mercosur y la Alianza del Pacífico se propusieron lo mismo, pero por distintas razones “han venido a menos”.
En cambio “el Tratado de Libre Comercio con América del Norte ofrece tantas oportunidades que, por su miopía, estamos dejando ir. México tiene una posición privilegiada, como vecino de la economía más grande del planeta. Estamos dejando ir muchas inversiones que, por distintas razones, en este momento buscan una alternativa para salir de China”.
Anaya insiste en que “estaría llegando toda esa inversión, que genera trabajo para la gente, con que hubiera certeza, se respetaran los acuerdos y no se cambiaran las reglas a última hora”.
Finalmente, propone “dar un golpe de timón hacia una política exterior racional, que cuide los intereses del país, no de los amigos dictadores de López Obrador”. México debe “aprovechar los cambios en la economía mundial para atraer inversión productiva, que genere riqueza, que genere trabajo y bienestar para la gente”.