En julio de 2022 entraría en vigor la facturación 4.0 y antes de eso el plazo era 1 de enero de este año, pero fue pospuesta una vez más. No será sino a partir de 2023 cuando de forma obligada, quien preste un producto y/o servicio en México deberá emitir sus facturas con las características que señala el Servicio de Administración Tributaria en México en su nueva versión.
Es cierto que en los últimos años el Gobierno de México a través de Hacienda ha aumentado la recaudación de impuestos al ir cerrando opciones para su evasión; desde las iniciativas de reducir el uso de efectivo hasta lo último que ha obligado a las empresas a que incluyan datos fiscales de su nómina para poder deducir impuestos de lo que paga por ello y todos los requisitos que ha puesto para la emisión de comprobantes fiscales. Pero también hay que decir, que mucha de esa carga la volcó en el contribuyente desde un inicio, cuando obligó al timbrado de las mismas.
Desde que nació la obligación de timbrado digital de facturas y con ello los Proveedores Autorizados de Servicios (PAC), cerraron la puerta a que desarrolladores independientes y a que las empresas pudieran timbrar directamente por medio de un API (Interfaz de programación de aplicaciones), que pudieron implementar de forma documentada y ordenada, y con ello surgieron un sinnúmero de empresas intermediarias que venden el timbrado para poder hacer válida una factura.
Los precios pueden ir desde algunos centavos (por volumen) hasta 50 pesos por cada documento emitido. Luego está la opción de que algunas empresas puedan solicitar adendas a los documentos fiscales, obligando una vez más a proveedores y clientes de grandes empresas a comprar por aparte soluciones para seguir siendo proveedores.
En una acción más incluyente y receptiva al Software Libre y estándares abiertos, el Gobierno debería crear APIs de sus servicios, con calidad y bien documentados para facilitar el cumplimiento de las obligaciones que establecen a los ciudadanos, donde no añada a lo de cumplir con el pago de impuestos, lo de comprar software o desarrollo específico para ello. A las obligaciones que ya tenía una empresa para su contabilidad, se le añaden cada vez más cargas en software y/o personal de desarrollo. Por supuesto que para un particular o pequeña empresa con pocas transacciones, estará la opción de generar sus documentos fiscales desde la página del SAT, de manera gratuita.
Constancia de Situación Fiscal
En las últimas semanas muchos andan como pollos sin cabeza tratando de obtener su Constancia de Situación Fiscal, ya que algunas empresas han notificado a sus empleados que de no entregarla ya no les van a pagar su salario. Al respecto, en entrevista para El Siglo a Francisco Macías, administrador desconcentrado del SAT , destacó que: “la emisión de la factura de nómina es independiente a la obligación laboral que tienen los empleadores de pagar sueldos y salarios a sus trabajadores, por lo que no entregar la constancia no es motivo de despido ni de retención de pago”, por lo tanto, ni siquiera está en discusión que por este motivo no les paguen.
Otra cosa es que en efecto, si no vienen esos datos la empresa no podrá deducir impuestos relativos a la nómina.