El Banco central había anunciado que subiría a 6.4%, quedaron por debajo y ya está en 7.65% en el 2022 pronosticaron crecimiento del 2.4%.
El Banco de México (Banxico) le pasó tijera a su pronóstico de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB), a la vez que modificó al alza su proyección sobre la inflación, en medio de los altos niveles que se han reportado en los últimos meses, de acuerdo con el Informe Trimestral de enero a marzo.
Banxico. En cuanto al PIB, el Banxico llevó la tasa puntual de 2.4 a 2.2% para este año. La institución central, a cargo de la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, explicó que la economía mexicana podría ubicarse entre un rango de crecimiento de 1.6 a 2.8% este año, ligeramente menor a la expectativa anterior de 1.6 a 3.2 por ciento.
“Las revisiones reflejan tanto factores externos como internos, y consideran que prevalece un entorno complejo y desafiante para la economía mundial, derivado de las afectaciones que persisten de la pandemia, a las cuales se les han sumado las provocadas por el conflicto en Europa del Este”, dijo en videoconferencia la gobernadora Rodríguez Ceja. El documento señaló que se ha reforzado el sesgo negativo del balance de riesgo, en donde los riesgos para el crecimiento de la economía mexicana son una menos demanda externa, la prolongación de afectaciones al comercio y los cuellos de botella, condiciones financieras más astringentes y episodios de volatilidad, una recuperación del gasto en inversión menor a la esperada, así como nuevas olas de contagio. En el otro extremo, Banxico señaló que los factores que pueden impulsar la economía es que un menor número de contagios impulse una recuperación económica más vigorosa, que México sea un destino atractivo para la inversión, y que se mantengan condiciones financieras propicias para una recuperación acelerada. Respecto al tema de inflación, la institución central espera que esta se ubique por arriba de 7.00% al menos al tercer trimestre de este año, mientras que para el cuarto trimestre cerraría, en promedio, en 6.4%, mayor al estimado anterior de 4.0 por ciento.
Los riesgos para esta variable son la persistencia de la inflación subyacente –en la cual se fija Banxico para tomar sus decisiones de política monetaria– en niveles elevados, más presiones inflacionarias externas por la pandemia, así como las generadas por el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania.