Fue en enero pasado cuando la FINA desconoció a Kiril Todorov como presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN).
A poco más de dos años para los Juegos Olímpicos de París 2024, la natación mexicana atraviesa horas críticas. La llegada del Comité Estabilizador impuesto por la Federación Internacional de Natación (FINA) para tratar de calmar las aguas no ha supuesto tal tranquilidad, al contrario, ha desatado una guerra federativa en la que los únicos perjudicados son los atletas, sobre todo en un ciclo olímpico atípico que vio recortado su duración a tres años debido a la pandemia.
Fue en enero pasado cuando la FINA desconoció a Kiril Todorov como presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN).
El organismo internacional le informó al directivo mediante una carta firmada por el director jurídico que, tras ignorar los constantes esfuerzos de la FINA para modificar los estatutos que garanticen el buen gobierno, un Comité Estabilizador se haría cargo de manera inmediata de la FMN con la intención de sentar las bases de cara a un nuevo proceso electivo y apoyar a los deportistas en su camino. Más allá de que la orden fue clara, el Consejo Directivo destituido apeló la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), situación que tiene varado al deporte acuático de nuestro país.