Estos países no han sido invitados ya que aseguran que han violado la Carta Democrática.
Estados Unidos afirmó hoy que busca formas para que los pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua estén representados en la Cumbre de las Américas, después de que planes de excluir a los gobiernos de esos países provocaran amenazas de boicots o no acudir por parte de algunos líderes, entre ellos el presidente Andrés Manuel López Obrador. "El primer tramo de invitaciones para la Cumbre de las Américas salió la semana pasada.
Todavía estamos evaluando opciones sobre cómo incorporar mejor las voces de los pueblos cubano, venezolano y nicaragüense en el proceso de la Cumbre", afirmó un funcionario del gobierno de Joe Biden. La novena reunión hemisférica, que Estados Unidos organiza por primera vez desde la cita inaugural en 1994, está prevista del 6 al 10 de junio en Los Ángeles. Pero a dos semanas del evento, la Casa Blanca no comunicó aún la lista de invitados, aunque el Departamento de Estado dijo el viernes que confiaba en una "fuerte participación".
Fuera. Cuba, que asistió por primera vez a una Cumbre de las Américas en 2015 en Panamá, y volvió a estar en 2018 en Lima, denunció el mes pasado que estaba siendo dejada fuera de los preparativos, y que sería un "grave retroceso histórico" que no la invitaran. El jefe de la diplomacia estadunidense para las Américas, Brian Nichols, dijo entonces que no esperaba que Cuba, Nicaragua y Venezuela fueran invitados porque "no respetan" la Carta Democrática Interamericana en 2001, redactada a instancias de la tercera Cumbre de las Américas en Quebec.
Se invite a todos. Pero el presidente López Obrador, en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, replicó anunciando que no irá a Los Ángeles "si no se invita a todos". Sus pares de Bolivia, Luis Arce; de Honduras, Xiomara Castro; y de Argentina, Alberto Fernández; así como líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que reúne a 14 países, también pusieron en duda su participación. Chile no condicionó su asistencia, pero pidió que la convocatoria sea "lo más amplia posible".El canciller Marcelo Ebrard aseguró que el presidente López Obrador habló del tema la semana pasada durante una reunión virtual con el ex senador estadunidense Chris Dodd, asesor especial de Biden para la cumbre.
Exclusiones. "Fue una conversación bastante franca", sostuvo Ebrard el miércoles en Twitter, afirmando que López Obrador planteó que "no debe haber exclusiones" y que la región debe "entrar en una nueva etapa histórica". El mandatario apuesta a que la región avance hacia una "unión" similar a la que dio lugar a la Unión Europea, y a "dejar otras etapas de la historia más simbolizadas por lo que ha sido la OEA y otros supuestos de 'América para los americanos'".
Juan Guaidó. La administración Biden tampoco informó aún si será invitado a Los Ángeles el líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien Washington reconoce como presidente encargado de Venezuela desde 2019, tras desconocer el segundo mandato de Nicolás Maduro por considerarlo resultado de elecciones fraudulentas. La eventual participación de Guaidó fue cuestionada por representantes de los países caribeños.
Ya fue invitado. España fue invitada por Estados Unidos a la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en junio en Los Ángeles (California), según informaron este domingo a Efe fuentes diplomáticas. La invitación fue cursada por parte del secretario de Estado de EUA, Antony Blinken, a su homólogo español, José Manuel Albares, quien representará a España en la cita, agregaron estas mismas fuentes.Washington ha apuntado que Cuba, Venezuela y Nicaragua no estarán entre los invitados al considerar que no respetan la democracia, lo que ha provocado incomodidad en todo el continente. No obstante, la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, aún no ha revelado públicamente la lista de países convocados a la cumbre, algo que espera hacer en los próximos días.
Mexicano. El primero en levantar la voz por la potencial exclusión de estos tres países fue el presidente mexicano López Obrador, quien anunció su ausencia si no se invita a todos los países de América, una postura a la que posteriormente se sumó el presidente boliviano, Luis Arce.