Contra todo, Checo Pérez tuvo que obedecer órdenes de ceder su primer lugar a su compañero Versappen.
En Barcelona, Sergio Pérez hizo lo que tenía que hacer en la pista y en el radio. Llegaron las órdenes de equipo y las obedeció. No le gustó hacerlo, no se lo calló y exigió una explicación, pero al final su trabajo fue lo que se necesitaba para que Red Bull obtuviera todo lo que buscaba: 44 puntos y arrebatarle a Ferrari el liderato tanto del campeonato de Pilotos, como el de Constructores.
Para el piloto mexicano y sus seguidores, el segundo lugar supo a derrota, ya lo dijo Ayrton Senna, "el segundo es el primero de los perdedores", y porque legítimamente había ganado el derecho de pelear por el triunfo, incluso hubo un momento en que era el más rápido y tuvo que ceder su posición a Max Verstappen. A los ojos de mucha gente es antideportivo, indeseable, antinatural que alguien deba ceder su lugar en aras de un bien de equipo, porque el automovilismo tiene como premisa que gane el más rápido, pero la realidad es otra. Las órdenes de equipo son tan antiguas como la Fórmula 1 y existirán mientras la exista la rueda.
La primera. Así, por primera vez en 26 carreras con Red Bull, Sergio Pérez recibió órdenes de equipo al más puro estilo de piloto número dos. Pero, a pesar de la amargura del segundo lugar, Checo se portó a la altura de las circunstancias.
Checo Pérez pudo ganar, claro que sí. Pero también pudo, con todo y su estrategia, no hacerlo, sin órdenes de equipo porque Verstappen es el más rápido de los pilotos de la Fórmula 1. El problema no es ganar o no ganar si no que te digan que no puedes hacerlo, eso es lo que cala.
"No es justo, pero está bien", dijo Checo Pérez por el radio cuando su ingeniero de carrera, Hugh Bird le dijo al mexicano que desistiera en su intento de rebasar el Mercedes de George Russell, porque atrás de él venía Max Verstappen, quien se recupera de un despiste que casi le cuesta la carrera.
Con voz seria, pero llena de profesionalismo, Checo había pedido una oportunidad más para pasar a Russell.