Musk asegura que la operación "no puede avanzar" hasta que la plataforma no demuestre que sólo el 5% de sus usuarios son cuentas falsas o automatizadas.
El acuerdo entre Elon Musk y Twitter está atascado. El magnate tecnológico ha advertido este martes que su oferta para comprar la red social por 44.000 millones de dólares (unos 41.000 millones de euros) puede estar en peligro debido a su desencuentro con la dirección de la compañía sobre el número de cuentas falsas.
"Ayer el director ejecutivo de Twitter rechazó dar pruebas de que son menos de un 5%. Este acuerdo no puede avanzar hasta que las proporcione", ha tuiteado.
Musk ya anunció el viernes que suspendía "temporalmente" la adquisición de la plataforma hasta saber cuál es el número exacto de cuentas falsas o automatizadas. Twitter señaló a las autoridades estadounidenses que se trataba de menos de un 5% de los usuarios monetizables, algo que el hombre más rico del mundo no tiene claro.
¿Qué quiere Musk?
Leer las intenciones de alguien tan provocador y críptico como Musk siempre es difícil. Sin embargo, los analistas apuntan a que con este gesto podría estar buscando formas para renegociar a la baja el precio del acuerdo. En una conferencia en Miami, el empresario al frente también de empresas como Tesla y SpaceX aseguró que la opción de buscar un precio de compra más bajo no estaba "fuera de discusión".
Otra opción podría ser incluso abandonarlo por completo. La opción de abandonar el acuerdo se antoja legalmente más compleja, pues se pactó una cláusula por la que si una de las partes opta por dar marcha atrás debería pagar una penalización de 1.000 millones de dólares.
La situación entre la directiva de Twitter y Musk es especialmente tensa. Este lunes, el máximo responsable de la red social, Parag Agrawal, publicó un hilo en el que aportaba contexto sobre cómo detectan y eliminan hasta medio millón de cuentas falsas a diario. El aún director ejecutivo también remarcaba que la proporción de estas era inferior a un 5%. El magnate tecnológico respondió a esas explicaciones simplemente con el emoji de una caca.
Musk teme que el porcentaje de cuentas inauténticas sea superior a lo anunciado por Twitter, algo que, de ser cierto, cambiaría la valoración real de la empresa y haría reconfigurar la "última y mejor oferta" que el polémico empresario puso sobre la mesa. Entre sus prioridades están la retirada masiva de cuentas falsas de la plataforma e incluso señaló que quería "autentificar a todos los humanos", una declaración de intenciones que podría poner fin al anonimato en la red social del pájaro azul.