En un claro empoderamiento de la mujer, la actriz es la protagonista de la nueva teleserie de Televisa, La Candidata, en donde interpreta a una senadora que compite contra su marido por las elecciones a la presidencia.
En la vida real, Navarro afirma que cada día el género femenino se hace presente con mayor fuerza y que espera pronto se vea en el puesto más importante para la política a una mujer.
"Es un personaje de ficción, pero lo que se cuenta lo vemos todos los días; me gustaría ver a mi país mejor. Desde La Candidata el poder que se cree tener maneja otros muchos sentimientos, muchas veces dolorosos, al menos desde Regina Bárcenas. Es esposa del gobernador Alonso San Román (Rafael Sánchez Navarro) y quiere ayudar, pero hay bloqueos para llegar (a la Presidencia)".
En su regreso a la televisión después de ausentarse por su maternidad afirmó que dará todo de sí para contar nuevas historias. "Soy madre y mi personaje también, al ver al personaje que es adolescente y sus conflictos me pone mucho más sensible".
Otro de los personajes principales del proyecto de 65 capítulos que se estrenará este lunes a las 21 horas es Victor González, que da vida a un senador del partido opositor, Gerardo Martínez.
El actor, quien volvió a Televisa, espera que la actitud honesta de su papel toque a los que verdaderamente se dedican a tomas las desiciones en el país aunque esa no es el principal objetivo.
"Es una historia de amor basada en una situación política pero no necesariamente se tocan los temas políticos que se ven en la televisión, solamente somos políticos porque es nuestra profesión. Somos seres humanos que tenemos problemas en la familia y en la casa".
La productora Giselle González habló sobre el poder, que rebasa incluso a la familia. Además se alegra de tener guiones donde mujeres amas de casa y trabajadoras pueden reflejarse.
"La mujer ha cambiado, somos diferentes y sufrimos por otro tipo de cosas no solamente por el amor sino que tenemos muchos problemas y hay que salir adelante. Entre más arriba más problemas, pero tenemos la capacidad de afrontarlos y salir victoriosas. El mensaje es que mientras estemos unidas las cosas se ven más fáciles.
"Es una gran apertura, la empresa nos ha dado la oportunidad de trabajar con actores de casa y otros más. Gracias a las personas que han tomado el reto, es algo fuerte y una línea delgada porque es más cómodo no tomar riesgos y quedarse en una zona de confort. Pero ahora lo hacemos y jalamos para el mismo lado porque el público ya está cercano a verlo".
Las locaciones han sido incluso en edificios gubernamentales y la productora sabe que en América Latina hay muchas mujeres que han llegado a ese cargo por lo que ya no es más una fantasía.
En ese sentido no se retrata una situación local. "Es a nivel mundial que si te inmiscuyes en los asuntos te encuentras con los temas diarios. Lamentablemente no ha sido difícil abordarlos", argumentó.
La forma de trabajo también cambió porque los actores hacen sus escenas de memoria y se implementó la figura del director de fotografía, para hacer la técnica más cercana al cine.
"El tono que manejamos no es melodrama puro sino es más neutro acercándolo a la serie; es un lenguaje más fuerte, escenas eróticas, mucha pasión y apegados en la realidad. En ese ámbito vivimos corrupción y todo eso se ve".