La tristeza de ‘El Chapo’ fue tan grande que mandó a comprar todas las rosas de Culiacán para el entierro.
Un 10 de mayo del año 2008, el municipio de Culiacán se quedó sin rosas para festejar a las madres sinaloenses. Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, las dejó sin flores pues fueron utilizadas para el funeral de su hijo Édgar Guzmán López, asesinado de 500 disparos dos días antes en un centro comercial.
En aquel entonces, la guerra entre el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva iba en aumento a tal grado que uno de los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán fue quien pagó las consecuencias.
El homicidio de Édgar Guzmán fue uno de los acontecimientos que marcaron a toda la comunidad de Culiacán desde lo aterrador de su muerte hasta lo dramático de su funeral y su majestuosa tumba.
Édgar Guzmán se encontraba en un centro comercial de Culiacán cuando sicarios desplegaron contra él alrededor de 500 disparos provocándole la muerte.
Las crónicas locales señalan que, en el lugar, además de los 500 disparos, también se usó una bazuca. La muerte de Édgar despertó los peores temores de los ciudadanos, quienes de manera voluntaria decidieron mantener durante días una especie de toque de queda en el que nadie salía de su casa.
Además de Édgar Guzmán murieron en el ataque sus primos César Ariel Loera y Arturo Meza Cázares.
Su viuda, Frida Muñoz Román fue quien identificó el cuerpo y dijo que a su esposo lo habrían matado un grupo de sicarios. Ellos tenían una hija de dos años.
Después de la muerte de Édgar Guzmán, la tristeza de ‘El Chapo’ fue tan grande que mandó a comprar todas las rosas de Culiacán para el entierro, consolidando este acto como un hecho histórico.
Se dice que el acto del capo dejo sin tiempo a los vendedores para resurtirse de flores para el Día de las Madres. Tras el acontecimiento nació un corrido interpretado por el cantante Lupillo Rivera, llamado 50 mil rosas.
“50 mil rosas rojas se vendieron en Culiacán llegando el 10 de mayo listos para celebrar, pero unos días antes se nos fue Édgar Guzmán (...) El montonal de rosas a ninguna madre enviaron, todas fueron para un hombre que siempre respetaron”, parte de la letra del corrido.
Griselda López Pérez, madre de Édgar Guzmán, sorprendida y reacia ante la noticia, aseguró que no era culpa del joven ser hijo del líder del Cártel de Sinaloa.
La exmujer del narco se dijo “cansada como madre de que se les señale a sus hijos como narcos. He perdido a un hijo por las guerras que provocaron”.