El Chelsea tiene una licencia especial, dada por el Gobierno británico, por la que puede seguir operando hasta el 31 de mayo.
Londres,.- Roman Abramovich negó este jueves en un comunicado que vaya a pedir al nuevo dueño del club los préstamos que ha hecho al Chelsea en los últimos 19 años y que tienen un valor de unos 1.500 millones de libras (1.800 millones de euros).
El oligarca ruso, aún dueño del Chelsea, autorizó la venta del equipo a principios de marzo, pero está estancada y en los últimos días había aumentado el miedo a que Abramovich exigiera al nuevo dueño el pago de los préstamos, algo que, al principio, dijo que no haría.
En un comunicado, un portavoz de Abramovich insistió en que todos los beneficios de la venta del club deberían de ir a caridad y que sus intenciones respecto a eso "no han cambiado".
"Abramovich no ha pedido que se le pague ningún préstamo. Las alegaciones son falsas, como también lo son las que dicen que ha aumentado el precio de la venta en el último momento. Como parte del objetivo de Abramovich de encontrar un nuevo dueño para el Chelsea, ha pedido a cada candidato que se comprometa a invertir en el club", dijo el portavoz.
Esta misma fuente aseguró que el dinero de la venta quedará congelado a la espera de que las autoridades decidan qué hacer con ello y que, bajo ninguna circunstancia, Abramovich tendrá acceso a ello.
El Chelsea tiene una licencia especial, dada por el Gobierno británico, por la que puede seguir operando hasta el 31 de mayo. De no completarse la venta para entonces, el club necesitaría una extensión de la licencia o se iría a la ruina. El candidato elegido para suceder a Abramovich fue el multimillonario Todd Boehly, dueño de Los Angeles Dodgers, y su oferta está siendo estudiada por la Premier y por el Gobierno.