Pese a la dificultad de reaparecer ante una rival de la entidad de Collins, Puig no desentonó en Madrid.
Madrid,- La puertorriqueña Mónica Puig disputó este viernes en la Caja Mágica de Madrid dos partidos: perdió uno, su enfrentamiento de primera ronda ante la estadounidense Danielle Collins, pero ganó otro, su combate contra una larga racha de lesiones que comenzó en 2019 y finalizó hoy en la capital española.
Puig reapareció sobre las canchas tras un año y siete meses de inactividad. Collins, copartícipe necesaria de este regreso, no fue una rival fácil: la octava jugadora del mundo, sexta favorita en el torneo de Madrid, se impuso por 7-5 y 6-0.
El reloj de la pista Aratxa Sánchez Vicario marcaba las 13.57 horas cuando Puig pisó la arena e hizo oficial su regreso, posible en Madrid, un torneo de categoría WTA 1.000, gracias a una invitación de los organizadores. Ganó el sorteo y eligió restar.
La jugadora de San Juan, de 28 años, no disputaba un partido de competición desde la edición de 2020 de Roland Garros, programada inusualmente en septiembre debido a la pandemia. Cayó en primera ronda ante la italiana Sara Errani. Por entonces, Puig ocupaba el puesto 98 de la clasificación mundial, ya lejos del lugar 27 que había alcanzado en 2016 tras ganar en Río de Janeiro el título olímpico.
Aquella medalla de oro y el torneo de Estrasburgo de 2014 son los grandes hitos de su carrera.
En 2019 se sometió a una operación de codo para corregir una lesión en el nervio cubital. Al año siguiente padeció un desgarro en el labrum del hombro derecho y un desgaste en el bíceps. Intentó el regreso pero, tras las derrotas en las primeras rondas de Cincinnati, el Abierto de Estados Unidos y Roland Garros, tuvo que volver al quirófano en mayo de 2021 para abordar sus problemas de hombro y bíceps. Los dolores le impedían estar más de diez minutos sobre la cancha.
Pese a la dificultad de reaparecer ante una rival de la entidad de Collins, Puig no desentonó en Madrid.
Se encontró en pocos minutos con un 3-0 en contra, pero entró progresivamente en juego y llegó a igualar la manga inicial 5-5. Rompió dos veces el servicio de su oponente en ese parcial antes de cederlo por 7-5.
El segundo set tuvo a Collins como única dueña. Puig no tuvo ni una bola de rotura y, en cambio, perdió su saque en tres ocasiones. En total, estuvo en pista una hora y 19 minutos. Poco tiempo, pero 59 minutos de oro que pusieron el punto y final a 19 meses lejos de las canchas.