Ya que lograron un apretado rescate ante el Chelsea con quienes empataron a un gol por bando.
El Manchester United dio este jueves un nuevo paso atrás en su pelea casi perdida por disputar la próxima edición de la UEFA Champions League tras empatar 1-1 frente al Chelsea, incapaz de ganar a un equipo que sobrevivió gracias a las intervenciones de David de Gea y a la voracidad de Cristiano Ronaldo.
Ambos son los flotadores en los que se sostiene el Manchester United. Uno, con sus paradas. El otro, con sus goles. Y, frente al Chelsea, volvieron a emerger para por lo menos dar un punto a su equipo en el partido adelantado de la trigésima sexta jornada de la Premier League.
El Manchester United mantuvo ante el Chelsea su tónica habitual de la temporada. Es un equipo incapaz de elaborar juego; no tiene posesión; no defiende bien; sus rivales le llegan por arriba, por los costados y por dentro; es un juguete roto y necesita una reparación urgente. Se salvan pocos: De Gea, Cristiano cuando puede, Bruno Fernandes y pocos más. Cuando aterrice en su nuevo club, el técnico Erik ten Hag tendrá un duro trabajo por delante para resucitar al equipo.
Contra el Chelsea, sobre todo en la primera parte, fue un festival. Sobrevivió gracias a De Gea, otra vez muy inspirado y con los puños llamando de nuevo a la puerta de Luis Enrique tras su ausencia en la última convocatoria internacional.
Eintracht 3 West Ham 1
El Eintracht de Fráncfort continúa su idilio con la Liga Europa y este jueves, con la inercia de haber eliminado hace unos días al Barcelona, sorprendió al West Ham United en su feudo para irse a Alemania con una ventaja más que interesante de 1-2 en las semifinales del torneo.
El conjunto alemán se impuso gracias a un tanto a los 50 segundos de Ansgar Knauff y a otro de Daichi Kamada en el m.54, después de que los 'Hammers' empataran por medio de Michail Antonio en el 21 y estuvieran a punto de rescatar el 2-2 en el descuento con una chilena de Jarrod Bowen al larguero.
Los germanos buscaban la venganza por las semifinales de la Recopa de Europa en 1976, cuando cayeron ante los londinenses, y salieron a por ello. Ni un minuto le duró al West Ham la compostura de disputar sus primeras semifinales en más de 50 años. A los pocos segundos, el argentino Rafael Santos Borré agarró una pelota en el pico del área, se movió hacia el interior y sacó un centro cerrado al espacio entre los centrales y el lateral. Los 'Hammers' estaban descolocados y ese espacio lo defendió Pablo Fornals, al que le comió la tostada Knauff para rematar a placer contra Areola. El London Stadium se silenció durante un momento, mientras las banderas blancas y negras del Eintracht ondeaban, pero pronto rugió de nuevo. No había tiempo para lamentaciones. Habían esperado medio siglo para que llegara este momento y no podían perder el tiempo quejándose.
El equipo de David Moyes comenzó a carburar, sin grandes alardes, pero empezó a meter miedo a los alemanes, que tampoco defendían como los ángeles. Los del austríaco Oliver Glasner concedían demasiados espacios.