La Universidad de Guadalajara aportará 800 de las mil 300 actividades a realizarse en la ciudad durante el siguiente año.
GUADALAJARA, Jal.- Con el Instituto Cultural Cabañas como escenario, este sábado se inauguraron oficialmente las actividades del nombramiento de Guadalajara como Capital Mundial del Libro, con lo que la ciudad jalisciense se convierte en la integrante 22 de esta red de capitales mundiales y en la primera de América Latina.
El alcalde tapatío, Pablo Lemus, señaló que este nombramiento representa un nuevo hito para la ciudad y reconoció la importancia que ha tenido la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más importante de habla hispana y la segunda a nivel global, para posicionar a esta ciudad como un polo cultural.
Indicó que durante el siguiente año, Guadalajara compartirá con el mundo no solo su literatura, sino también su cultura; además envió un saludo fraterno al pueblo de Ucrania y deseó que recupere pronto la paz que se le arrebató.
Enfocándose en lo que serán las actividades de esta capital, señaló que se han confirmado mil 300 y la misión es llevarlas a los lugares donde los tapatíos realizan su vida cotidiana para que el arte y la literatura sea entretenimiento y formación personal.
Recordó que también se buscará apoyar a la cadena del libro, principalmente a las editoriales independientes de la ciudad, y destacó que el Paseo Alcalde, que antes era una de las calles más congestionadas del centro de la ciudad y hoy se ha convertido en un lugar para caminar, será el “paseo literario” más grande del mundo.
Entre las actividades, el edil también destacó un foro especializado en literatura feminista, que tendrá lugar a principios del próximo año en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Lemus recibió la estafeta de Capital Mundial del Libro de manos de Andria Basilaia, vicealcalde de la ciudad de Tibilisi, en Georgia.
El representante de la Unesco en México, Frédric Vacheron Oriol, exaltó la importancia que ha tenido este país en la política cultural del mundo y recordó el papel de Jaime Torres Bodet cuando en 1945, en Londres, se estipularon las tareas de la Unesco.
Señaló que hoy Guadalajara se une a la red de las capitales mundiales y como tal se compromete a enviar un mensaje de paz y no violencia.
Por su parte, Rodrigo Borja Torres, director General de Bibliotecas del gobierno federal, indicó que siendo Guadalajara sede de la Feria Internacional del Libro era impostergable su nombramiento.
El presidente de la FIL de Guadalajara, Raúl Padilla, señaló que la Universidad de Guadalajara aportará 800 de las mil 300 actividades a realizarse en la ciudad durante el siguiente año, entre ellas el programa Ecos de la FIL, que reúne a lectores con los autores y el homenaje el libro "Fahrenheit 451", de Ray Bradbury.
En representación del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, acudió el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra, quien señaló que la actual administración estatal, junto con el ayuntamiento tapatío, harán esfuerzos para implantar y difundir la valía del libro como una forma de zanjar las diferencias sociales.
El poeta Ricardo Castillo hizo un recuento y elogio de la poesía de Guadalajara, hablando de los que realizaron su obra en esta ciudad, de los que se fueron a otros lugares para construirla, de los que se fueron y volvieron, de los que ya no están; así, propuso ver a Guadalajara como una de las ciudades invisibles de Italo Calvino, la número 56, que merece un festival anual de poesía.
Finalmente, la narradora Abril Pozas, habló de su experiencia como lectora, desde que en la infancia su madre la encaminó con "Mujercitas", hasta los libros conseguidos en fotocopias o PDF; llevar libros a casa –dijo– es una forma de esperanza por extender la vida y tener tiempo para leerlos todos.