Tras casi un año de conversaciones, las negociaciones de Viena se encuentran paralizadas, algo de lo que Teherán culpa a Washington.
Jerusalén,- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aceptó hoy una invitación por parte del primer ministro israelí, Naftali Benet, para visitar Israel en los próximos meses, durante una conversación telefónica en la que abordaron también la violencia en Jerusalén y el posible nuevo acuerdo nuclear con Irán.
"El primer ministro felicitó al presidente con motivo de la Pascua y lo puso al día sobre sus esfuerzos para detener la violencia y la provocación en Jerusalén", señaló un comunicado de la oficina de Benet, que confirmó que Biden planea venir en los próximos meses, sin precisar la fecha.
Tras varias semanas, la tensión en Jerusalén entre israelíes y palestinos parece haber mermado en los últimos días, pero la retórica por parte de unos y otros se mantiene muy tensa y se suma a una serie de cohetes lanzados desde Gaza durante esta semana.
"El presidente y el primer ministro debatieron el tema iraní y, en particular, la demanda iraní de eliminar a la Guardia Revolucionaria de la lista de organizaciones terroristas estadounidenses", agregó el comunicado.
La referencia a esta organización se debe a la solicitud por parte de Irán del levantamiento de las sanciones contra la Guardia Revolucionaria como uno de los últimos puntos pendientes más importantes para alcanzar un acuerdo en las negociaciones para restaurar el pacto nuclear.
"Estoy seguro de que el presidente Biden, un verdadero amigo de Israel, que se preocupa por su seguridad, no podrá eliminar a la Guardia Revolucionaria de la lista de organizaciones terroristas", señaló Benet tras la conversación.
"Israel ha aclarado su posición sobre el tema: La Guardia Revolucionaria es la organización terrorista más grande del mundo", concluyó.
Israel tiene a Teherán como su principal enemigo, lo considera una amenaza existencial y se opone al establecimiento de un acuerdo con la República islámica.
Irán negocia con Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia y China, con la participación indirecta de Estados Unidos, la restauración del pacto nuclear de 2015, del cual el expresidente estadounidense Donald Trump se retiró en 2018.
Tras casi un año de conversaciones, las negociaciones de Viena se encuentran paralizadas, algo de lo que Teherán culpa a Washington.