Lainez, es el primer blasón del tabasqueño en en viejo continente, donde parece tener las horas contadas.
Aunque no fue requerido para jugar la final de la Copa del Rey entre el Betis y el Valencia, la cual finalmente terminó por ganar desde la tanda de penaltis el cuadro albiverde, Diego Lainez, quien casi no es tomado en cuenta por es estratega Manuel Pellegrini, al grado de que el mexicano ha expresado su molestia por la falta de minutos, no dudo en bajar al campo del estadio La Cartuja de Sevilla, para celebrar con el resto de sus compañeros.
De hecho, fue tanta la emoción del ex jugador del América y hoy seleccionado mexicano, que al abrazar a algunos de sus compañeros, especialmente a Juan Miranda, autor del último penalti con el que Betis logró el trofeo, que no se pudo contener y empezó a llorar de la emoción o de la tristeza por no jugar; eso sólo lo sabe el jugador, pero de que le salieron las lágrimas no hay duda.
Y es que contrario a su compañero de equipo, Andrés Guardado, quien ha ganado de todo en Europa, siendo parte fundamental de varios títulos, esta Copa del Rey, en la que no tuvo tanta relevancia Lainez, es el primer blasón del tabasqueño en en viejo continente, donde parece tener las horas contadas en caso de encontrar más minutos en el conjunto del Betis.