Importante triunfo lograron los Águilas del América que los hizo revivir y aspirar a la fiesta final.
América es como el ave legendaria de la mitología griega, los azulcremas estaban hechos ceniza, dos meses después, las Águilas surcan la parte alta de la tabla general, vuelan, vuelan y nadie las detiene, cinco triunfos ligaron los capitalinos, algo inaudito semanas atrás.
El cuadro amarillo puede olvidarse de prender una veladora para entrar a la repesca, América va a estar en esa fase, lo que sigue es tratar de estar entre los cuatro primeros y acceder directo a los cuartos de final, el lugar seis les pertenece.
Sin fuerza. León no atraviesa un buen momento y se convirtió en un trampolín para los azulcremas, tres expulsados tuvo, la playera esmeralda se tiñó de rojo. El resultado fue 2-0, pero el daño pudo ser más grande.
Atrás quedaron los juegos en los que los esmeraldas iban al estadio Azteca y devoraban a los locales, León se convirtió mucho tiempo en el coco de los azulcremas, pero eso es anécdota.
Los roles se invirtieron, los cazadores fueron presas. América siempre atacó, desde que inició el juego hasta que lo tuvieron controlado.
Las Águilas estaban obligadas a ganar tras los triunfos de sus perseguidores. El juego se les acomodó a los locales desde el primer tiempo. La fortuna que les da la espalda a los leoneses les responde a los azulcremas.
América puso el 1-0 tras un tiro libre de Richard Sánchez, el disparo del paraguayo pegó en la cabeza de Stiven Barreiro, le cambió la trayectoria al balón y entró a la portería. Rodolfo Cota se quedó a medio camino. León estuvo contra las cuerdas, pero pudo complicarle la noche a las Águilas, lo que pasa es que la fortuna no está de su lado. Diego Montaño pitó un penalti, Ángel Mena estaba preparándose para tirar, pero tras revisar el VAR la falta se anuló por un fuera de lugar. La televisión corrigió al árbitro.
La Fiera tuvo dos ocasiones más para empatar el juego, primero Jean Meneses con un tiro.