Las chicharras eléctricas y sal pimienta, son los artículos más vendidos en las mujeres los últimos días.
Luego de la psicosis generada en Monclova por presuntos intentos de secuestro de jóvenes, como sucede en Monterrey. Las mujeres prefieren preparase en su defensa personal con el uso de dispositivos entre ellos la chicharra eléctrica para repeler cualquier ataque de día o de noche.
Otras mujeres confían mejor en su preparación física al tomar clases de defensa personal para defenderse a base de puñetazos y patadas.
Sobre calle Hidalgo de la Zona Centro existen dos establecimientos que ofertan las chicharras eléctricas entre 200, 220, 250 y 280 pesos. Según el tamaño.
Elizabeth Juárez empleada de Super Remates Monclova dijo que, a raíz de la psicosis desatada recientemente por supuestos intentos de secuestro, muchas jovencitas adquirieron la chicharra eléctrica. Incluye una luz blanca intensa que sirve como señal de auxilio (SOS). explica la empleada.
Gerardo Guerrero empleado del negocio León, Guanajuato, del Centro Comercial Hidalgo, dijo a El Tiempo que, las chicharras eléctricas y sal pimienta, son los artículos más vendidos en las mujeres los últimos días.
“La chicharra te inmoviliza una parte del cuerpo por varios minutos al recibir la descarga como si fuera 110k voltios. Cada vez que la recibes es más fuerte el dolor y la persona no puede moverse”. Comentó Gerardo Guerrero.
“Pues portar un arma ni pensarlo, pero sí algún tipo de gas para rociarlo en los ojos del agresor, y mínimo tener tiempo de correr o que alguien te auxilie. Comentó Gisela N.
“Así como está la situación de inseguridad necesita uno prepararse, traer algo. Y no solo las jovencitas, también los mayores, aunque ya con el miedo ni reacciona uno”. Señaló Elva Villalobos Pérez.
Melisa. Estudiante reveló que varias de sus amigas cargan en sus mochilas, gas pimienta, navajas, y un disimulador de labial.
Reconoció que, actualmente las jóvenes van distraídas con el celular y los audífonos puestos impidiéndoles observar al posible agresor.
En caso de enfrentar una agresión en el espacio público, es común que no se cuente con preparación para utilizarlos y pueden ser arrebatados por los atacantes para usarlos en contra de la agredida.