La vigésimo tercera edición del Bafici transcurrirá en medio de la polémica por el cese del cineasta Luis Puenzo.
Buenos Aires.- El centro de Buenos Aires volverá a vibrar desde este martes con la "magia" del Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), uno de los principales eventos de este tipo en América Latina y que en esta vigésimo tercera edición abraza la plena presencialidad tras dos años de pandemia.
El certamen, que se extenderá hasta el próximo 1 de mayo, arrancará con tres estrenos mundiales: "El ascenso y caída del Chop Chop Show", un falso documental de títeres dirigido por el argentino Diego Labat; "Pequeña flor", adaptación de la novela de Iosi Havilio a cargo de Santiago Mitre, y "Ahora ya sé dónde encontrarte", un cortometraje que emplea imágenes de Google Earth para contar la vida de su autor, Diego Berakha."Este año tenemos la suerte de que se está abriendo todo y vamos a tener una edición con mucha circulación de invitados y cineastas argentinos. Es un festival que invita a cruzarse en la calle, caminar para ir de una sala a otra y que se produzca el tan ansiado encuentro de la gente", cuenta a Efe Javier Porta Fouz, director artístico del Bafici desde 2016.
Durante casi dos semanas, los amantes del cine independiente podrán disfrutar de un catálogo de 290 películas, con más de 450 funciones presenciales y unas 60 actividades que se celebrarán, en su mayoría, en el corazón de la capital argentina.
ANSIEDAD POR VOLVER A LAS SALAS
El Bafici, que se desarrolla, tradicionalmente, entre marzo y abril, fue uno de los primeros festivales en cancelarse por la llegada del coronavirus, mientras que su anterior edición, en 2021, estuvo muy marcada por los estrictos protocolos y las restricciones de movilidad, que impidieron la asistencia de cineastas extranjeros.
Una sensación opresiva que prácticamente ha desaparecido este año, con un gran número de artistas internacionales que han viajado por sus propios medios a Buenos Aires para participar en el evento."De quince miembros de los jurados oficiales, once son extranjeros. Es un festival con mucha proyección internacional, porque tenemos muchos estrenos mundiales, no sólo de películas argentinas", señala Porta Fouz.
Aunque el máximo responsable del Bafici no es muy aficionado de los festivales de cine online, sí que existe un elemento que, por la pandemia, parece que ha llegado para quedarse: el estreno simultáneo en salas y plataformas digitales.
"Hay mucho público que no llega a estas películas porque no se entera de su existencia. Me parece que el online es un buen complemento", opina el director artístico del Bafici, que en esta edición exhibirá 223 obras en línea.
JOYAS DESCONOCIDAS
Uno de los sellos más característicos del Bafici es su capacidad para descubrir "películas improbables": junto con un amplio número de filmes argentinos, el festival ofrece espacio para pequeñas joyas que, de otra forma, se perderían entre las producciones de mayor presupuesto.
Son los casos, por ejemplo, de "El pa(de)ciente", comedia chilena basada en una historia real; "The Timekeepers of eternity", obra del griego Aristotelis Maragkos que deconstruye, en pedazos de papel, una película de la década de 1980, y "Viens je t'emmenè", un vodevil cuyos temas centrales son la prostitución y el terrorismo.
Aunque también hay obras que, en palabras de Porta Fouz, "se las puedes recomendar a todo el mundo", como "Seis días corrientes", dirigida por la española Neus Ballús, y "Last film show", del cineasta indio Pan Nalin, entre otros muchos títulos que no requieren "ningún tipo de especialización".
"Me gustaría que el Bafici ayude a recuperar no sólo el centro de la ciudad de Buenos Aires, que ya tiene bastante vida por sí mismo, sino también una idea del cine como arte diverso. El cine es muchísimo más que los superhéroes con marca probada", afirma Porta Fouz, sobre un festival que este año cuenta con tres competencias oficiales (Internacional, Argentina y Vanguardia y Género).
TIEMPOS CONVULSOS EN EL CINE ARGENTINO
La vigésimo tercera edición del Bafici transcurrirá en medio de la polémica por el cese del cineasta Luis Puenzo como presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), principal ente cinematográfico del país, tras las protestas contra su gestión por parte de diversas organizaciones del sector.
Como en otras ocasiones, el festival será una "caja de resonancia" en donde todas las voces podrán expresar su opinión, señala Porta Fouz, quien insiste en que el debate sobre el cine argentino debe ir más allá de la financiación.
"Hay películas que tienen un potencial enorme y no las ve prácticamente nadie. No sólo hay que preocuparse por la esfera de la producción, sino también por las otras dos de la economía cinematográfica, que son la distribución y la exhibición. Es la gran discusión pendiente", considera el responsable del Bafici.