La Fiscalía encargada de acusar al líder de la iglesia de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, cometió errores y abusos en un juicio que aún no comienza formalmente, violando presuntamente principios generales del debido proceso vigentes en cualquier parte del mundo, que van desde la omisión del derecho a que el acusado -en este caso sus abogados defensores- conozcan la identidad de quienes lo acusan hasta el ocultamiento de pruebas a su favor. Los cimientos de la acusación están basados en las llamadas “Jane Does” -nombre que se les dio a las presuntas víctimas y principales testigos de acusación-, que hoy presentan fisuras legales y débiles.