La ciudad no ha caído. Todavía están los soldados y lucharán hasta el final.
El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, dijo esl lunes que Rusia "no tiene el alto el fuego (en Ucrania) arriba en su agenda", ni siquiera para permitir la evacuación de civiles u organizar la entrada de ayuda humanitaria en las ciudades más castigadas.
"El alto el fuego no está en el horizonte, tal vez en un par de semanas, esto dependerá de las conversaciones, pues hace falta (primero) un mínimo de construcción de confianza", dijo Griffiths en rueda de prensa en la sede de la ONU. Cualquier avance al respecto dependerá primero de que las dos partes se sienten a conversar, "pero si ni siquiera se sientan y se culpan la una a la otra, no podemos avanzar", lamentó. Sin embargo, en varias ocasiones citó a Rusia como la principal responsable de este bloqueo. Abogó por crear lo que llamó "ventanas de silencio", una fórmula que funcionó en los últimos años en la guerra de baja intensidad que se vivía en el Donbás (este de Ucrania) y que suponía parar los combates brevemente para permitir el paso de material médico o humanitario, así como la salida de civiles.
Se permitan los convoy humanitarios. Griffiths dijo que el único esfuerzo serio de mediación actualmente en curso es el que lleva a cabo el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y adelantó que piensa viajar a Turquía esta misma semana para propiciar las conversaciones entre las dos partes. En todo caso, insistió en que "tenemos que conseguir mayor aceptación de Rusia, sobre todo para permitir convoyes humanitarios", particularmente en la ciudad de Mariupol, donde —reconoció— es imposible saber cuánta gente hay atrapada.
Esto es cada día más crítico. Por último, también alertó sobre lo que esta guerra está suponiendo en "el legado de desafección entre los pueblos (del mundo), algo que se vuelve más crítico con cada semana que pasa", y dijo que es lo que sintió en su última visita a Moscú. "Va a costar una generación (superarlo)", dijo. También hoy, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo sentirse gravemente preocupado por la "pésima situación humanitaria en la ciudad sitiada de Mariupol, ampliamente destruida tras semanas de ataques rusos sin respiro", y pidió "a las partes que tomen todas las medidas necesarias para evitar las víctimas civiles".
Lucharán hasta el final. El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, aseguró que los soldados ucranianos lucharán "hasta el final" en la sitiada ciudad de Mariupol, por lo que descartó la capitulación exigida por Moscú. "La ciudad no ha caído. Todavía están nuestros soldados y lucharán hasta el final. Por ahora siguen en Mariupol", afirmó Shmyhal en una entrevista con la cadena estadounidense ABC.
Respeten la vida de los defensores. Rusia instó a los militares ucranianos en Mariupol, ciudad del este del país asediada por las fuerzas rusas, a cesar la resistencia y deponer las armas a partir de las 06:00 hora de Moscú, un plazo que ya venció. Moscú ofreció a cambio respetar la vida de los defensores de la ciudad. La estratégica Mariupol, junto al mar de Azov, es una de las principales metas de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país desde la anexionada península de Crimea.