Iván Terrazas dejó una huella imborrable para la afición capitalina quien siempre se identificó con su compatriota y estandarte.
Iván Terrazas ingresó a la sala de usos múltiples del Estadio Alfredo Harp Helú sin su inconfundible sonrisa, sus ojos lucían dispersos y el semblante era como el de un hombre que tiene que despedirse del amor de su vida. El capitán escarlata dio a conocer — con lágrimas en el rostro — que se retirará del béisbol profesional, cerrando así toda una era para la organización capitalina.
“El día 26 de abril va a ser mi último juego como profesional y en ese momento me retiro del béisbol”, mencionó Terrazas ante un silencio incrédulo. El romance entre Iván y la Pandilla Escarlata parecía prohibido, emulando la historia de Romeo y Julieta. El Heredero del legendario Martín Terrazas llegó a los Pingos en 2008, lo que representó un gran impacto en un hogar 100 por ciento arraigado a los colores de los Tigres de Quintana Roo, acérrimo rival de los Diablos.
Quitándose el peso de ser hijo de una institución del bando rival, Iván Terrazas dejó una huella imborrable para la afición capitalina quien siempre se identificó con su compatriota y estandarte. Las tribunas del Foro Sol y los estadios Fray Nano y Alfredo Harp Helú estaban repletas de fanáticos que apoyaron de manera incondicional la camisola número cuatro de los Diablos Rojos del México.