La seguridad en el estadio detectó un grupo de apoyo en una zona que no había sido aprobada por el club.
Las porras americanistas regresaron al estadio ante Bravos de Juárez, sin embargo, el acceso solo era para aquellos grupos de animación que recibieron la autorización de la directiva de América y las autoridades competentes.
Por lo tanto, todo grupo que no recibió la aprobación y que llegara al inmueble y se juntara para apoyar el América sería retirado y así ocurrió.
Pasada la media hora de partido, la seguridad en el estadio detectó un grupo de apoyo en una zona que no había sido aprobada por el club, por lo que se solicitó el apoyo de la policía para poder retirar a los infractores que argumentaban no pertenecer a una porra y ser solo aficionados al equipo.