"Estaba bajo mucha presión, siendo una joven actriz y estando embarazada".
Desde que Will Smith, que ha sido vetado durante 10 años en cualquier evento de la Academia del cine de Hollywood, diera un bofetón con la mano abierta a Chris Rock durante la gala de los Oscar se ha especulado mucho sobre su relación con Jada Pinkett Smith, su mujer y la víctima de una broma de mal gusto por parte del cómico.
Ya han pasado varios días desde que esta agresión sucediera, pero aún se siguen descubriendo los entresijos de esta relación abierta. Y es que la actriz ha indicado recientemente que su marido exageró cuando decidió subir al escenario del Dolby Theatre para propinar una bofetada a Rock. Además, se ha rescatado un antiguo vídeo en el que se puede ver la tensa relación entre ambos durante un directo en redes sociales.
Nunca quiso casarse con Will Smith
En este sentido, en las últimas horas se ha vuelto viral un nuevo momento de la pareja. En este caso, se trata de Jada, durante su programa Red Table Talk, afirmando que nunca quiso casarse con el actor, que está viviendo un tormento y se encuentra en un centro de rehabilitación de lujo para controlar sus problemas de ira.
En este episodio, publicado el pasado 22 de octubre de 2018, la intérprete se sentaba junto a Will smith, su hija Willow y su madre Adrienne Banfield-Jones. En esta charla en familia aseguró en repetidas ocasiones que nunca estuvo de acuerdo con la formación del matrimonio y que, hasta ese momento, seguía sin estarlo.
"Estaba bajo mucha presión, siendo una joven actriz y estando embarazada", explicaba Jada. En este sentido, "no sabía qué hacer" pero lo único que "sabía era que nunca quería estar casada". Por su parte, Will hizo una importante revelación que involucra directamente a su suegra: "Sólo nos casamos porque Gammy estaba llorando".
La matriarca, por su parte, aseguraba que dadas las circunstancias en las que se encontraba la pareja era apropiado casarse, aunque reconoció que no supo respetar los deseos de su hija. Además, aclaró que en aquel momento no supo ver que el problema era más profundo que hacer una boda: "Recuerdo el rechazo a la idea de una boda, pero no de un matrimonio".
Una boda para el olvido
Así que a Jada no le quedó más remedio que casarse obligada en la Nochevieja de 1997 en el castillo Cloisters de Baltimore. Y, evidentemente, todo fue desastre. Concretamente, según ella, el día de la boda fue "horrible". Incluso Banfield-Jones reconoció que fue un mal día: "Jada estaba enferma, era muy desagradable. Cuando estaba enferma no cooperaba".
"Fui llorando por el maldito pasillo. Lloré todo el camino", contó Jada sobre el momento en el que tenía que dar el sí, quiero. En cambio, Will contó que desde pequeño siempre había querido casarse y que en aquel momento estaba emocionado cumpliendo uno de sus sueños.
A Jada tampoco lo sentó demasiado bien enterarse de que estaba embarazada, que, en parte, fue uno de los motivos por los que se vio forzada a unir su vida a la de Smith. "Me pasé toda la noche llorando porque sabía que mi vida nunca iba a ser la misma", apuntó la actriz.