A diferencia del proceso que se vivió en Silao, Guanajuato, en donde los trabajadores de General Motors decidieron no legitimar su contrato colectivo de trabajo; en la planta de Ramos Arizpe, Coahuila; las dos votaciones que se realizaron el pasado 25 de marzo, con más de 4,500 trabajadores de las plantas de Ensamble y de Motores, decidieron mantener el contrato que representan dos sindicatos de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Elección. En ambos casos, los resultados favorecieron en más de 90% al “Sí”, lo que permite a los trabajadores mantener el mismo contrato colectivo de trabajo, y no sólo ello, sino que se reconoce el trabajo que han realizado las dos dirigencias sindicales afiliadas a la CTM, y la Federación de Trabajadores del Estado de Coahuila, que lidera Tereso Medina.
En entrevista, luego de la votación, Medina comentó a El Economista que “respetamos la democracia, fue un proceso ejemplar, transparente que se cumplió con todos los protocolos que marca el proceso mismo a través del Centro Federal Laboral, en donde con tiempo se les entregó de nueva cuenta el contrato colectivo a los trabajadores, y se dieron cursos de orientación -con especialistas laboralistas-, para que supieran con exactitud qué es la legitimación”. En la planta de Ensamble se emitieron 2,657 votos y el Sindicato Único de Trabajadores Planta Ensamble de General Motors, CTM, obtuvo el respaldo de 96% de los participantes. En tanto que en la planta de Motores y Transmisiones se emitieron 1,379 votos.