Ocurre en el trabajo cotidiano de la policía con la ciudadanía.
En todas las corporaciones policiales hay policías corruptos, pero algunos caen en la tentación más fácil, cuando el ciudadano es quien lo corrompe al ofrecerle la famosa “mordida” o soborno, para salir más rápido de su problema.
La corrupción es un fenómeno complejo presente en las diversas corporaciones municipales y estatales; los monclovenses califican a sus policías de tránsito y preventivos como corruptos, pero muchas veces son los que los corrompen.
Sobornos. La percepción de los ciudadanos hoy en día es violar las leyes, principalmente las de tránsito municipal, pero no les gusta afrontar las consecuencias es por ello que optan por sobornar a la policía, indicó un elemento de Tránsito Municipal, que prefirió el anonimato.“Si bien no lo niego, hay compañeros que se la pasan acosando a la ciudadanía, pero esto se debe a que, en Monclova, la mayoría de los conductores maneja, sin licencia, sin placas, violan los reglamentes de tránsito, como señalamientos, exceden el límite de velocidad permitido y es ahí donde el conductor piensa que es más fácil dar “mordida”, que traer su papelería en regla”, agrego el oficial.
Delito. Ante lo anterior las leyes marcan que cuando un ciudadano viola las leyes y ofrece dinero a un servidor público, se le puede detener y turnar ante un Ministerio Público por el delito de cohecho, pero son muy pocos los oficiales que proceden a este tipo de detenciones.
De igual manera son pocos los ciudadanos que al cometer alguna infracción de tránsito, aceptan su responsabilidad y deciden acudir a pagarla antes que dar dinero al uniformado, evitando así un acto de corrupción.
Corrupción. Es por ello que tanto como expertos en seguridad y altos mandos policiacos, aseguran que es difícil controlar la corrupción de sus elementos, cuando el ciudadano es el que termina por corromperlos, de ahí la frase no "hay policía corrupto sin corruptor".La corrupción policial es una de las principales causas de la desconfianza ciudadana en sus instituciones.
Para combatirla es necesario comprender cómo funciona y qué la provoca. Ocurre en el trabajo cotidiano de la policía cuando está en contacto con los ciudadanos, las formas de corrupción más comunes son: Solicitud de dádivas, sobornos o favores para evitar multas o infracciones, extorsión para evitar detenciones o consignaciones, uso del cargo para evitar ser multado, detenciones ilegales, privación ilegal de la libertad, amenazas, abuso de la fuerza y abuso.