Bolsonaro insiste en que no ha ocurrido ninguna irregularidad en el ministerio.
Río de Janeiro,- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defendió este jueves vehementemente a su ministro de Educación, Milton Ribeiro, acusado de otorgar presuntos favorecimientos a pastores evangélicos afines al Gobierno, en el reparto de recursos públicos.
"Pongo mi cara en el fuego por Milton, lo que están haciendo con él es una cobardía", señaló el mandatario durante la transmisión en vivo que realiza semanalmente por las redes sociales.
Las acusaciones contra el ministro se dieron tras la revelación de un audio, el lunes pasado, en el que Ribeiro, quien también es un pastor presbiteriano, asegura que los presupuestos de Educación tienen entre sus prioridades impulsar proyectos de iglesias evangélicas afines al Gobierno.
"Mi prioridad es atender, primero, a los municipios que más lo necesitan y, en segundo lugar, atender a todos los que son amigos del pastor Gilmar", manifestó Ribeiro en la conversación divulgada por el periódico Folha de Sao Paulo.
En el audio, el jefe de la cartera de Educación afirma que esa estrategia responde a "un pedido especial" que le hizo el propio "presidente de la República".
Según reportajes periodísticos publicados esta semana, el pastor Gilmar Santos, le habría pedido a un alcalde una cantidad indeterminada de dinero para "protocolizar" sus demandas en el Ministerio de Educación y que, una vez liberados los recursos, debería pagarle "un kilo de oro".
Tras la polémica que se levantó por la revelación del audio, Ribeiro, mediante una nota oficial, desmintió que Bolsonaro le hubiera hecho algún pedido en ese sentido y dijo que el mandatario solo solicito "que pudiera recibir a todos" los que le procurasen.
Este jueves, la Corte Suprema autorizó que la Fiscalía General abriera una investigación a Ribeiro, por la presunta existencia de un "gabinete paralelo" en la cartera de Educación, que estaría comandado por pastores evangélicos.
De acuerdo con el fiscal general, Augusto Aras, existe la posibilidad de que se hayan cometido crímenes de corrupción pasiva, prevaricato y tráfico de influencias, entre otros.
No obstante, Bolsonaro insiste en que no ha ocurrido ninguna irregularidad en el ministerio.
Durante la transmisión, el mandatario brasileño aseguró que los casos que va a investigar la Fiscalía ya fueron indagados por la Contraloría General de la Unión (CGU) a pedido de Ribeiro y que tras no encontrar participación de algún funcionario en los hechos, envió el caso a la Policía Federal esta semana.
"La CGU recibió el 27 de agosto del año pasado documentos enviados por el ministro Milton sobre dos denuncias sobre posibles irregularidades del ministerio. La Contraloría investigó el caso por seis meses y concluyó que ningún servidor público había participado", puntualizó Bolsonaro.