El Comité Ixtepecano en la Defensa de la Vida y el Territorio aseguró que el alarmante índice de feminicidios en la región del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca se debe a la deficiencia en la implementación y seguimiento a las políticas públicas destinadas a atender este problema que afecta a las mujeres.
"En donde este sistema patriarcal fomentado por el Estado no pone ningún interés en lo que sucede con toda la problemática que padecen los pueblos, muchos menos lo que padecen las mujeres", sostuvo a través de un comunicado.
Además, advirtió que si se profundiza el sistema capitalista extractivo en la región no sólo se genera la violencia económica, sino que se profundiza la violencia de género en todos los niveles, psicológica, emocional, física, patrimonial, digital, sexual y en la muerte.
La violencia que se ejerce por el Estado y sus diferentes instituciones, explicó, es en promover la venta de nuestras tierras, a través de las concesiones que ha otorgado a diferentes empresas en distintos países; cambio de leyes que favorecen a los concesionarios de estos proyectos de alto impacto, como la minería, los eólicos, gasoductos, hidroeléctricas, parques industriales.
"Y todo lo que se ha derivado de éstas", dijo, "ha puesto en jaque a las comunidades del Istmo, pues con ello perderíamos nuestras vidas comunitarias, la salud, la alimentación, nuestras vidas en general, pues esta propuesta de desarrollo y bienestar va más allá de la oferta de empleos".
El Comité abundó en que al agotarse los bienes comunes los pueblos ya no tienen modos de vivir autosuficientes y la vida se vuelve precaria.
"Como ya lo miramos en las grandes y medianas ciudades, donde hay ya incertidumbre laboral y empleos con salarios raquíticos, la violencia se vuelve estructural y siempre las más afectadas son las mujeres. La violencia económica está íntimamente relacionada con la violencia de género. El patriarcado y el capitalismo se mueven juntos".
También consideró que es importante manifestarse desde el lugar donde se encuentren para exigir que las autoridades de los tres niveles de gobierno asuman su responsabilidad de esclarecer y castigar a los responsables.
"Aunque sabemos que el fin de la violencia contra las mujeres va a llegar desde abajo y desde las propias mujeres, como ya lo están ejerciendo las mujeres autónomas autoconvocadas en Ixtepec, que impulsaron una marcha el 8 de marzo sin pertenecer a ningún partido político, organización social o civil y donde agredieron a la comunicadora Nanashi De Gyves".
De la misma manera recordó que en la región padecieron "la furia de los terremotos" que devastaron sus comunidades, y por si no fuera suficiente, llegó la pandemia del Covid-19 que los tiene en constante sobresalto.
"Todos estos sucesos los vemos interrelacionados. Son las consecuencias de un sistema que nos viene imponiendo un nuevo orden de vida distinto, que ve a la naturaleza como un recurso a extraer, a saquear sin medir las consecuencias de los desequilibrios que deja a su paso. Terremotos y pandemias han sido utilizados por el sistema capitalista extractivo que lo aprovecha para tener un control social en la población, ejerciendo todo tipo de violencias".