En los últimos meses se ha intensificado el retorno a las oficinas tras los efectos de dos años de pandemia, lo que se aceleró en marzo con el levantamiento de las restricciones para operar con aforos limitados en varios estados. La Ciudad de México, por ejemplo, permitió hace unos días, y por primera vez desde la declaratoria de emergencia sanitaria en 2020, el trabajo presencial completo en los corporativos.
Estudio. De acuerdo con el estudio Salud mental y empleo en México de la plataforma Terapify, el 41% de los trabajadores en nuestro país considera que el regreso a la oficina lo ha hecho ser más productivo. Sin embargo, al mismo tiempo las personas expresan que este retorno les ha generado altos niveles de estrés. Aunque el teletrabajo bien implementado ha representado beneficios para los colaboradores, como el ahorro en tiempos de traslado o mayor tiempo para conciliar la vida laboral y personal, la otra cara de la moneda es que no todas las personas se han adaptado a esta modalidad, se han planteado desafíos para mantener el engagement de los colaboradores y, en algunos casos, como el de los trabajadores jóvenes, hay una percepción de que el home office les está limitando su desarrollo profesional. “Estoy contento”, “me siento cómodo”, “me generó conflicto de horario”, “me siento más tranquilo”, son otras afirmaciones que destacaron las personas.