La llegada del receptor abierto vía canje de los Chiefs, sin duda le dará profundidad en su ofensiva.
Los Miami Dolphins no han contado con una ofensiva del Top-10 en la liga desde 1995, la sequía más larga en la NFL en ese renglón. Si esa mala racha continúa, no será debido a la falta de talento.
En un lapso de 24 horas, Miami firmó al tackle ofensivo de Pro Bowl, Terron Armstead, a un contrato de cinco temporadas, y luego intercambió cinco selecciones de draft con los Kansas City Chiefs por el receptor abierto All-Pro, Tyreek Hill, el miércoles, para convertirse de manera oficial en un contendiente en la AFC.
Considerando los movimientos que han hecho aspirantes a los playoffs, como Los Angeles Chargers (Khalil Mack), Denver Broncos (Russell Wilson), Buffalo Bills (Von Miller), Las Vegas Raiders (Davante Adams, Chandler Jones) y Cleveland Browns (Deshaun Watson), el gerente general de los Dolphins, Chris Grier, necesitaba hacer ruido en la primera temporada del nuevo head coach Mike McDaniel.
McDaniel dejó en claro desde su conferencia de prensa de presentación, cuáles eran las necesidades de su equipo. Cuando se le cuestionó sobre su fe en el quarterback de tercer año, Tua Tagovailoa, recordó a todos que el quarterback no es el único responsable por el éxito de la ofensiva. "Nunca he visto a un quarterback ganar un partido de fútbol americano por sí solo, en realidad", expresó, en su momento. "Necesita alguien a quien lanzarle. Le conviene no ser derribado antes de lanzar, así que alguien necesita bloquear".
Con Hill y Armstead, por sí solos, los Dolphins lucen mejor en ambas posiciones, pero ellos son apenas los más recientes movimientos en lo que ha sido una semana completa de cambio de identidad.
Los Dolphins mejoraron su backfield añadiendo a Chase Edmonds y Raheem Mostert, fortalecieron a su línea ofensiva con Connor Williams, y luego agregaron a otro velocista.