Alckmin no mencionó ese secreto a voces, pero celebró la decisión del PSB de apoyar a Lula.
Brasilia,- El liberal Geraldo Alckmin se afilió este miércoles al Partido Socialista Brasileño (PSB) y se aproximó más del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien puede llegar a acompañar en la fórmula para las elecciones de octubre próximo.
Lula, del Partido de los Trabajadores (PT) y claro favorito para esos comicios, aún no ha confirmado su candidatura a la Presidencia, pero nadie lo niega y ya tiene el apoyo declarado del PSB y otras formaciones del arco progresista.
De hecho, al participar en el acto, el gobernador del estado de Pernambuco, Paulo Cámara, un importante referente del PSB, aseguró que esa formación "está unida en torno a la candidatura de Lula" y cuenta con Alckmin para construir un "nuevo proyecto democrático" para enfrentar a la ultraderecha del presidente Jair Bolsonaro.
De unidad de las fuerzas "democráticas y populares" también habló la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, quien representó a Lula en la ceremonia y subrayó la "importancia" del paso dado por Alckmin "para el futuro de Brasil", en un claro guiño a su posible candidatura a la vicepresidencia.
A su turno, Alckmin no mencionó ese secreto a voces, pero celebró la decisión del PSB de apoyar a Lula y dijo que "es necesario tener humildad para entender que es quien mejor interpreta el sentimiento y la esperanza del pueblo brasileño" y "representa a la verdadera democracia".
Alckmin tiene 69 años y cinco décadas en la política, en la que se volcó sobre todo al Partido de la Social Democracia (PSDB), que con el tiempo abandonó la centroizquierda en que nació en 1988, para acercarse a posturas más neoliberales y de centroderecha.
Fue candidato a la Presidencia en 2006, cuando perdió justamente ante a Lula, y volvió a abanderar al PSDB en las elecciones de 2018, en las que quedó en cuarto lugar, con un 4,76 % de los votos.
Aún así, mantiene una gran influencia en el estado de Sao Paulo, el mayor colegio electoral del país y del que fue gobernador entre 2001 y 2006 y luego entre 2011 y 2018.
Durante su vida política, ha sido uno de los mayores adversarios de Lula, de quien se diferencia en su visión económica y también en su absoluta falta de carisma, que le ha valido el apodo de "helado de chuchú", un insípido fruto tropical conocido en algunos países de América Latina como chayota.
En diciembre pasado renunció al PSDB, en medio de negociaciones con Lula que ya apuntaban a la posibilidad de que fuera su candidato a vicepresidente en octubre próximo, como una especie de "garantía" de moderación económica frente a los mercados financieros.
Ese deseo de Lula, sin embargo, encuentra resistencia en las alas del PT situadas más a la izquierda, que presionan por un candidato a vicepresidente más identificado con el progresismo y no olvidan que Alckmin apoyó en 2016 el proceso que llevó a la destitución de la entonces presidenta Dilma Rousseff.