Un informe preliminar de las corporaciones de seguridad pública de Oaxaca confirmó el asesinato del excandidato a la presidencia municipal de Santiago Jamiltepec por el Partido del Trabajo (PT), Edilberto Pastrana.
Según el reporte policial, el homicidio se registró alrededor de la medianoche de ayer cuando la víctima llegó a su casa. En el lugar, una persona o personas con armas de fuego dispararon contra el excandidato y posteriormente huyeron del lugar.
La Fiscalía General del Estado (FGEO) no ha emitido información sobre el asesinato de Edilberto Pastrana Cuevas, quien participó en el proceso electoral 2020-2021 en Santiago Jamiltepec y quien buscaba la presidencia municipal de este ayuntamiento de la región Costa.
De acuerdo con el Partido del Trabajo, el ex candidato antes de incursionar en la política trabajaba desde 1999 como empleado de Cobranzas del Banco Azteca.
La consultora Etellekt reportó que en Oaxaca, durante el proceso electoral 2020-2021 hubo un incremento en las agresiones o delitos globales contra políticos en comparación con el proceso electoral 2018-2019, al pasar de 61 a 81 agresiones globales; y fue el cuarto estado del país con mayor violencia política, por debajo de Veracruz, Puebla y el Estado de México.
"La violencia política en el proceso electoral 20-21 abarcó a las 32 entidades del país y a 570 municipios, 23 por ciento del total. Esto representa 30% más demarcaciones en comparación con los 440 municipios donde hubo actos de violencia contra políticos en el periodo 2017-2018. Los estados que encabezaron los mayores crecimientos porcentuales de delitos contra políticos son Campeche, Veracruz, Baja California, Guanajuato, Yucatán, Tlaxcala, Jalisco, Aguascalientes y San Luis Potosí".
En el pasado proceso electoral en Oaxaca fueron asesinados dos candidatos y un aspirante a un cargo de elección popular, según Etellekt. También en ese periodo fueron asesinados en el estado 11 políticos y cinco servidores públicos sin militancia o aspiración política.
Por este tipo de crímenes, el estado oaxaqueño ocupa la posición número tres entre los estados del país con mayor violencia política, por debajo de Veracruz y Guerrero.