Karina Nápoles, enfermera del Hospital General de Tláhuac que se encontraba desaparecida, fue localizada sin vida. Su familia acusa a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México de actuar tardía y negligentemente.
La mujer de 36 años fue vista por última vez la mañana del 11 de marzo pasado, cuando salió a ejercitarse en San Antonio Tecómitl, en Milpa Alta, donde vivía.
Según su familia, a la misma hora, su expareja —Valente G— pasó por su hijo para llevarlo a la escuela. Tres días después, el menor volvió en un taxi, solo. Narró que estuvo en el estado de Hidalgo.
Sus familiares acudieron a denunciar la ausencia de la madre y su hijo, pero en el MP les pidieron esperar dos días.
Ante la apatía de las autoridades, familiares, amigos y colectivos se manifestaron en el Búnker de la Fiscalía para exigir su búsqueda.
Una semana después de su desaparición, el viernes, su familia informó en redes sociales que la habían localizado sin vida.
Extraoficialmente se supo que la hermana de Valente lo obligó a entregarse. Él habría revelado que había dejado el cuerpo de Karina en las barrancas del Ocotal.