Seguramente algún día todos los viajes en carretera serán más rápidos, confortables y seguros, cuando haya más automóviles y autobuses semi autónomos tal como los Tesla que hoy son tan famosos en USA y allá donde la gente pueda pagarlos.
Lo cierto es que cada vez se usa más tecnología en el manejo y dista mucho en la forma en que se viajaba hace un par de décadas. En México desgraciadamente aún parece ser algo laxo el tema del peso y dimensiones de vehículos de carga, así que muchas de las carreteras están en condiciones lamentables y no corresponde el cobro de la autopista, con la calidad de la misma.
Por ejemplo la carretera que atraviesa la Sierra Madre Occidental, la autopista Durango - Mazatlán, en varias partes está llena de pocitos que probablemente a un tráiler no le muevan ni el copete, pero en un automóvil puede moverlo o incluso provocar un accidente.
En días pasados hicimos un recorrido de 1350 km por carretera que incluyó las ciudades de Torreón, Durango, Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Navojoa, Cd. Obregón y terminando en la heroica Guaymas Sonora.
El tramo de la autopista desde la ciudad de los alacranes a “Maza” cuesta 668 pesos en automóvil, que se puede recorrer de entre 3 y 4 horas en los 247 km de distancia en un día normal así que se ahorra mucho tiempo en comparación de lo que es la vieja carretera, sin embargo, pagar 2.7 pesos por km recorrido la convierte en una de las más caras del país.
Se podría entender y aceptar sin chistar si las condiciones fueran buenas.
A mitad del camino entre Culiacán y Los Mochis hay algunos tramos muy malitos de la carretera y ahí fue que se nos reventó una llanta delantera y nos quedamos varados por un rato, un poco en medio de la nada.
No quedó otra que agarrar el manual, saber cambiar una llanta debería poder usarse en el CV como una habilidad, porque habemos muchos que no tenemos mucha idea.
Después de algunos minutos de pelearnos con el manual para intentar cambiar la llanta, apareció un alma caritativa en moto que sin apenas decir palabra, se puso a cambiar nuestra llanta por el repuesto –una más pequeña de rin azul y que es para uso temporal.
De ahí hasta Los Mochis en lo que debería ser un traslado de una hora, se convirtió en casi el doble de tiempo debido a las limitaciones para viajar con ese tipo de llanta, donde finalmente adquirimos una “completa”.
Manejamos dos personas por ratos, el corazón y la vista se te puede alegrar en estos días cuando recorres los tramos tan verdes de Sinaloa, campos sin apenas fin, de maíz y tomate del ciclo otoño-invierno, silos esparcidos en el horizonte y hatos de ganado. Da un poco de envidia esos escenarios teniendo en cuenta nuestro semi desierto de Coahuila y Coahuila.
Viendo el precio de las autopistas, con razón algunos boletos en avión ahora son más baratos que viajar en autobús por nuestro país.