En México se carece de una cifra exacta de la población con SD.
Ciudad de México.- Aunque existen casos de personas con Síndrome de Down (SD) que destacan en diversos ámbitos, para la mayoría persiste escaso respeto a sus derechos humanos, dificultades para acceder a instrucción educativa, reducido número de especialistas para su atención, limitantes para emplearse y también al convivir con sus semejantes, entre otras situaciones, detalla el investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Octavio César García González.
Recuerda que hay actores, modelos, empresarios o directores con este padecimiento que lograron visibilizar que la estimulación temprana les permite sobresalir y cumplir sus objetivos.
El experto del Departamento en Neurobiología y Conducta acota que estos casos son excepcionales, como el de Sofía Jirau, quien trabaja en una empresa internacional de ropa interior para mujer.
Sin embargo, en general, no se ha logrado hacer más notoria a esta población para su inclusión.
Cuando se requiere que asistan a una escuela pública no son aceptados fácilmente, lo cual genera un problema porque tampoco hay suficientes profesores para su enseñanza, precisa.
Esto se observa también en sus garantías. “Una persona con Down en teoría debería votar, pero en estos procesos suelen ir acompañados por sus padres o tutores, lo que puede inducir la forma de cómo votar. También se cuestiona el tema del matrimonio: ¿estas personas tienen o no derecho a una vida plena?”, expresa el especialista del Posgrado en la FP.
Añade que en México se carece de una cifra exacta de la población con SD.
En trabajos epidemiológicos se estima que habría aproximadamente 140 mil, como el realizado por María del Carmen Sierra Romero “Prevalencia del Síndrome de Down en México utilizando los certificados de nacimiento vivo y de muerte fetal durante el periodo 2008-2011”, donde se calcularon 3.7 por cada 10 mil nacimientos vivos.