Portugal también se jugaba el Mundial y salió dispuesta a defender su suerte.
Madrid,- España, el XV del León, se clasificó para el Mundial veinticuatro años después, tras ganar a Portugal, los Lobos, por 33-28, en un partido jugado de poder a poder, sin tregua, en el que los españoles demostraron más ganas, fuerza y determinación.
No fue fácil, todo lo contrario. Portugal también se jugaba el Mundial y salió dispuesta a defender su suerte. De hecho se adelantó en el marcador por medio de una transformación de golpe de castigo.
Los leones tardaron unos minutos en asentarse en el Central, pero un ensayo de Jon Zabala en el minuto 8 sentó las bases de la victoria española.
Hasta cuatro ensayos consiguieron los leones en el primer tiempo, fruto de una gran defensa y un empuje colosal, haciendo derroche de ganas y fuerzas cada segundo de partido. Frederic Quercy y Marco Pinto en dos ocasiones fueron los protagonistas del posado de balón tras la línea de marca portuguesa.
Aún así los lobos no rehusaron la pelea, al contrario, Bento y Bettercourt consiguieron ensayos y Marqués transformaciones a palos que cerraron el marcador al descanso con un 24-17.
Las conversiones a palos de Manu Ordás también fueron fundamentales, sobre todo en la segunda mitad, en la que el juego de trincheras de ambos equipos, hicieron que cada punto fuera fundamental para alcanzar el objetivo final.
España con un margen de seguridad en el marcador siguió peleando cada balón, manteniendo la máxima concentración.
Ordás por parte española y Marqués por la portuguesa fueron los encargados de ir sumando puntos en sus respectivos marcadores con transformaciones de golpes de castigo.
Ya en los últimos minutos, con 33-23 en el marcador, España rozaba el Mundial y el último ensayo de Madeira apretó el marcador hasta el que después sería el 33-28 final.
La selección española no se desconcentró, siguió luchando hasta el último segundo y consiguió el premio deseado, 24 años después jugará un Mundial.