La cobertura de la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania el pasado 24 de febrero nos muestra la oposición entre el periodismo libre y comprometido y la información dirigida y distorsionada que presenta Rusia, lo que llamamos desinformación. Esta es una técnica antigua, utilizada de forma sistemática en los conflictos armados. Rusia ha desarrollado una gran cibercapacidad para generar bulos y desinformación en el exterior con la conocida como “Agencia de Investigación de Internet” y los medios RT y Sputnik.