El Estado Islámico logró conquistar a partir de 2014 amplias zonas de Irak y Siria hasta que fue derrotado territorialmente.
El Cairo.- Las distintas ramas del Estado Islámico (EI) han estado durante los dos últimos días jurando lealtad al nuevo líder de la organización terrorista, Abu al Hashan al Qurashi, cuyo nombramiento fue anunciado el pasado jueves, a través de sus canales de propaganda.
"Anuncio de lealtad de los soldados del califato al emir de los fieles, el jeque Abu al Hasan al Hashimi al Qurashi", reza el mensaje colgado en los canales de Telegram por las distintas filiales, a menudo acompañado por profusión de fotos de sus miembros posando en grupo con sus armas y con los rostros cubiertos.
Las ramas del Sahel, el Yemen, este de Asia, Somalia, la regiones iraquíes e Al Anbar y Kirkuk, y el Estado del Levante, que cubre Siria, son algunas de las que se han manifestado su obediencia al nuevo líder entre el viernes y el sábado.
Al Hasan al Qurashi fue anunciado como el nuevo dirigente del Estado Islámico el pasado jueves, más de un mes después de la muerte en Siria en una operación del Ejército estadounidense de su antecesor, Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, mediante un mensaje grabado del también nuevo portavoz del grupo, Abu Omar al Muhager, difundido por Telegram.
En el mismo mensaje se confirmó la muerte del anterior líder, fallecido el 3 de febrero en una operación de tropas estadounidenses en Idlib, en una casa del noroeste de Siria la que vivía junto con su familia bajo una identidad falsa.
Se desconoce la identidad real del nuevo líder, que fue elegido por el Consejo de la Shura, el máximo órgano de dirección de la organización yihadista, y los analistas consideran que el nombre con que se concoe sería un pseudónimo utilizado para proteger su identidad por motivos de seguridad.
Al igual que Al Hashimi al Qurashi, su predecesor, Abu Bakr al Bagdadi, también murió al hacerse estallar al verse rodeado por soldados estadounidenses en Siria.
El Estado Islámico logró conquistar a partir de 2014 amplias zonas de Irak y Siria hasta que fue derrotado territorialmente en el primero en 2017 y en el segundo en 2019.
Desde entonces está notablemente mermado en estos dos países, pero mantiene células durmientes en ambos con capacidad para realizar emboscadas a las fuerzas armadas locales y tiene filiales y ramas en distintos puntos de África, Oriente Medio y Asia.