"Ey, todas las chicas tienen el periodo, así que vamos a normalizarlo ¡y celebrarlo!".
Sandra Oh, la estrella de la serie "Killing Eve" que se hizo conocida por "Anatomía de Grey", no dudó cuando le ofrecieron dar voz a un personaje de la última película de Pixar, "Red" (rojo, en inglés), una cinta que habla de ruborizarse, de grandes emociones y, sí, de la regla.
La película de animación se estrena el 11 de marzo solo en la plataforma de Disney Plus.
"Estaba muy feliz de que hubiera una película sobre esto", cuenta Oh a la BBC. "Creo que es algo que no se menciona lo suficiente, así que ser parte de una película que habla de la pubertad es importante para mí".
Mei es brillante, sociable y se lleva bien con sus padres, un matrimonio felizmente casado.
La directora y coguionista, Domee Shi, y su coguionista, la dramaturga Julia Cho, se inspiraron en su propia infancia para crear una heroína reconocible pero original.
Mei surfea bastante bien su vida, hasta que le llega la ola de hormonas.
De niña a panda
El subidón hormonal puede hacer que perdamos el rumbo en algún momento, pero en el caso de Mei es más llamativo: cada vez que se siente abrumada o algo le hace sentir incómoda, se transforma en un panda rojo gigante, una versión tierna del Increíble Hulk.
Una mañana, Mei se despierta y ve que es un panda rojo gigante.
Se siente molesta por esta transformación tan repentina y se esconde en el baño, un poco asqueada de su nuevo vello corporal y del olor de sus axilas.
Esta metáfora directa trata de mostrar las consecuencias caóticas a las que se enfrentan las jóvenes cuando llegan los cambios físicos y mentales tan grandes que supone la pubertad.
Al rato, su madre le hace una pregunta sutil: "¿Floreció la peonía roja?"
La sutileza termina cuando Ming entra en el baño con un montón de toallas sanitarias y analgésicos.
Rosalie Chang interpreta a Mei y cuenta que la película resonó con ella en la vida real.
Cuando empezó a grabar tenía 12 años y, actualmente, tiene 16.
"Pasé por la pubertad a lo largo de esta película", explica sin una pizca de vergüenza, a diferencia de su personaje."La cinta no se disculpa por abordar la pubertad, no está tratando de ocultar, no está tratando de ser insulsa, simplemente lo dice de modo directo", dice y apunta que "es un tema realmente tabú, aunque todo el mundo pasa por eso".
Chang ve al alter ego del panda torpe y emocional como una "metáfora del cambio y el desorden".
"Es muy similar, pero diferente a mí: gruñe un poco más, tiene arrebatos más grandes", se ríe.