En la ceremonia, sin embargo, se ausentó la oposición "de facto" al Gobierno de Obiang.
Nairobi,- Guinea Ecuatorial conmemoró hoy el primer aniversario de las explosiones ocurridas el 7 de marzo de 2021 (7M) en un cuartel militar en la ciudad continental de Bata, que causaron al menos 107 muertos y más de 700 heridos, según los datos oficiales.
Las víctimas fueron homenajeadas en una ceremonia solemne que incluyó una misa de réquiem y se ofició en la "zona cero" del cuartel de Nkoantoma, siendo encabezada por el presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang, junto a otras altas autoridades del Estado.
Un monumento conmemorativo en memoria de "los caídos en las explosiones" fue inaugurado durante el acto. "Se han ido, pero no serán olvidados", reza una frase esculpida con caracteres dorados
La ceremonia tuvo lugar después de que la semana pasada el Gobierno anunciara el desbloqueo de 700 millones de francos CFA (un millón de euros) para indemnizar a "las víctimas mortales y compatriotas. mutilados".
"Hace un año que vivimos una de las mayores tragedias de nuestro país: las explosiones en Bata del 7M. La respuesta de los profesionales sanitarios fue increíble, se volcaron en ayudar a la población", afirmó hoy en su cuenta de la red social Twitter el Ministerio de Sanidad, al mostrar su "reconocimiento" a esos empleados.
El embajador de España en el país africano, Alfonso Barnuevo, participó hoy en el homenaje a las víctimas, según informó la legación en Twitter.
"Hace un año, la tragedia brindó una nueva muestra de los lazos de hermandad y solidaridad entre nuestros dos pueblos", indicó la embajada española.
En la ceremonia, sin embargo, se ausentó la oposición "de facto" al Gobierno de Obiang.
"No hemos sido invitados. El Gobierno de Obiang reconoce como oposición, paradójicamente, a los partidos de su coalición", declaró a Efe por teléfono el secretario general de Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS), Andrés Esono.
Esono denunció que "el Gobierno sigue minimizando el número de muertos" en la catástrofe, pese a "la sospecha de que hubo muchos más", y que "tampoco fueron identificados todos los cuerpos".
Igual suerte corrió el líder de Ciudadanos por la Innovación (CI), Gabriel Nsé Obiang, quien tampoco recibió invitación al acto.
En declaraciones a Efe, Nsé Obiang exigió una "investigación" del siniestro "más severa y exhaustiva", pues "muchos en la ciudad de Bata dicen que algunos familiares (de las víctimas) recibieron féretros vacíos sin cuerpos dentro".
La catástrofe ocurrió por "la negligencia y descuido de la unidad encargada del cuidado y protección de los depósitos de dinamitas y explosivos anexos al de las municiones del cuartel militar", que se incendiaron por "la quema de las fincas en sus cercanías por los vecinos", según alegó el presidente Obiang el día de la tragedia.
Desde su independencia de España en 1968, Guinea Ecuatorial está considerada por grupos pro derechos humanos uno de los países más represivos del mundo, debido a las acusaciones de detenciones y torturas de disidentes y a las denuncias de fraudes electorales.
Obiang, de 79 años, dirige el país con mano de hierro desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías en un golpe de Estado, y es el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo.