"Lo que vimos sí da la impresión de que puede haber otras cosas detrás".
Lo que se vio en el estadio Corregidora el sábado pasado durante el partido Querétaro contra Atlas no fue un pleito "normal" entre porras, lo que ahí se vivió es algo que se ve diferente y por eso las autoridades de queretanas están obligadas a investigar para aclarar lo que ocurrió, opinó el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ante los testimonios de aficionados atlistas respecto a que se trató de una emboscada.
"Lo que nosotros creemos es que sí tiene que haber una investigación que no encuentre salidas fáciles, porque lo que vimos sí da la impresión de que puede haber otras cosas detrás y creo que en ese sentido el gobierno de Querétaro y las autoridades correspondientes tienen una gran tarea por delante", señaló el mandatario.
Señaló que no quiere abonar a la especulación señalando quién o qué intereses pudieran estar detrás de este hecho violento, pero afirmó que está convencido de que lo ocurrido el sábado es mucho más que un pleito entre porras.
"Pero también estoy convencido de que, si generamos un ambiente de especular, de señalar sin fundamentos, sin elementos de prueba, cometeríamos todos un error, por eso yo esperaré a que el gobierno de Querétaro investigue", dijo.
Señaló que en un partido de alto riesgo en Jalisco participan más de mil 100 elementos de seguridad y se preguntó cuántos intervinieron en Querétaro.
Por su parte, el coordinador del gabinete de Seguridad del estado, Ricardo Sánchez Beruben indicó que desde el domingo en un equipo del Sistema de Atención Médica de Urgencias estableció contacto con los familiares de las personas hospitalizadas y desde esta mañana comenzaron a programarse los traslados de los pacientes a Jalisco.