Durante varios años, Internet Explorer, el navegador por defecto en las computadoras de Windows, fue el navegador dominante para usar en los sitios web, antes de las aplicaciones especializadas. Internet Explorer fue un navegador mediocre pese a ser de la casa de software por muchos años líder indiscutible en el mercado, Microsoft. Estaba lleno de agujeros de seguridad y al estar empotrado en el sistema operativo, los fallos de seguridad afectan a todo el sistema. La competencia siempre estuvo del lado de programas como Mozilla Firefox y Opera básicamente, hasta que llegó Chrome de Google.
Chrome durante los últimos años ha sido el navegador por excelencia, era rápido, no consumía muchos recursos y utilizaba estándares, tanto es así, que el motor que lo hace funcionar, webkit, es base también para el navegador de las Mac, Safari. Sin embargo, en los últimos datos reportados por Statcounter, Chrome ha estado perdiendo pequeñas cuotas del mercado, para el caso de México ha pasado de ser usado por el 77.75% de la población a un 72.33% en sólo seis meses y en los datos mundiales de 65.15% a 62.78%. El uso de Safari es de casi un 20% a nivel global y en México apenas el 11.34%, debemos recordar que este último navegador sólo funciona en dispositivos Apple, lo cual habla de la importancia de este mercado y a que cada vez más los usuarios están prefiriendo el navegador que viene con el sistema operativo sin buscar alternativas para la navegación.
Es importante este movimiento porque parece que se regresa a una especie de guerra de navegadores que había quedado en el olvido desde que la Unión Europea obligó a Microsoft a dar una opción de elegir navegador web para sus clientes que compraron una PC, en lugar de forzar a utilizar su Internet Explorer.
Hay que recordar además, que los navegadores son el primer contacto del usuario con muchos servicios que pueden ofrecer las empresas tecnológicas: en el caso de Google y Apple tienen el acuerdo para que el buscador por defecto en sus dispositivos sea Google, y que se ha hablado de ser de más de 15 mil millones de dólares para 2021, donde el buscador a través de sus algoritmos y venta de relevancia de palabras determina los primeros resultados, entre otras cosas. El que Google pudiera perder la hegemonía de Chrome, pondría por supuesto en riesgo sus ingresos actuales, ya que normalmente el uso de navegadores alternativos tiene como consecuencia buscadores diferentes.
Para quienes creamos contenido nativo para web, nada mejor que seguir estándares y no volver a los tiempos oscuros donde hacer un sitio web tenía que ser específico para cada navegador, o como cliente sufrir obligación de usar tal o cual navegador para aplicaciones de gobierno, como lo ha sido usar Internet Explorer para páginas del IMSS o de misma Hacienda en años pasados. Pero al final, la decisión y libertad de elegir tal o cual navegador sigue quedando del lado del usuario.
La guerra no sólo es en las ciudades
Se habla de ciberataques de entes gubernamentales y empresas privadas de seguridad cibernética entre los países y las empresas de gobierno por el conflicto de Ucrania, hoy más que nunca estamos conectados y la parte digital es decisiva en casi cualquier actividad de nuestro día a día. Los embargos que están haciendo hacia Rusia ya incluyen el uso de tecnología como los pagos swift de algunos bancos, el uso de Visa y Mastercard y algunas criptomonedas.