Conforme los segundos avanzaron, la cancha se pobló cada vez más, al punto que los mismos barristas trasladaron la violencia a la cancha.
Una pelea entre barras de Querétaro y Atlas al 63' propició una invasión de cancha que vació casi en su totalidad la parte baja de la grada en el Estadio Corregidora, mientras los aficionados intentaban alejarse del brote de violencia, que minutos más tarde se extendió al terreno de juego y las autoridades tardaron en controlar.
Con el marcador 0 a 1 en favor del Atlas, el árbitro Fernando Guerrero detuvo el juego luego que aficionados, en primera instancia, mayoría mujeres y niños, dejaban sus asientos para acceder al campo, mientras el enfrentamiento entre barras crecía.
A la vez que la gente que no buscaba agredir, recorría el rectángulo verde de extremo a extremo para eludir una posible agresión.
Cabe mencionar que algunas personas incluso se despojaron de su camiseta para que no fueran violentados debido a los colores que apoyan.