Trabajábamos hasta estar tan agotados que íbamos a casa a dormir para volver y seguir trabajando.
Fue en 1968 que Northcutt, conocida por muchos por su apodo "Poppy", se convirtió en la primera mujer que trabajó como ingeniera en el centro de control de las misiones Apolo de la NASA.
De sus cálculos dependía directamente la trayectoria que las naves espaciales debían seguir para regresar de la Luna.
Eso fue exactamente lo que sucedió con la misión Apolo 11, que el 16 de julio de 1969 partió con los astronautas Neil Armstrong, Edwin "Buzz" Aldrin y Michael Collins hacia la Luna y los trajo de vuelta a la Tierra 8 días después.
A pesar de su trabajo pionero, la discriminación enfrentada por Northcutt (aunque no de sus colegas) la llevó a cambiar de rumbo y dedicar su energía a otra misión: defender los derechos de las mujeres.
Medio siglo después de Apolo 11, Northcutt habló desde Texas con BBC Mundo sobre su papel en las históricas misiones Apolo, su lucha de décadas por la igualdad y sus consejos para mujeres en cualquier parte del mundo que enfrentan discriminación.
¿Cuál era su trabajo específico en el centro de control?
Yo trabajaba para TRW Systems, una empresa contratada por la NASA que tenía a su cargo el desarrollo de programas de computación para calcular las trayectorias en las misiones a la Luna.
Teníamos que calcular los ángulos a los que se debían encender los propulsores y durante cuánto tiempo para asegurar que la nave estuviese en la trayectoria correcta para regresar a la Tierra, en lo que se llama el corredor de reentrada.
Si la nave estaba fuera de ese corredor, podía quemarse.
Mi recuerdo de esos días es que vivía para trabajar: sábados, domingos, noches.
Trabajábamos hasta estar tan agotados que íbamos a casa a dormir para volver y seguir trabajando.