El secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, acusó que hubo represión por parte de policías contratados por la alcaldía Álvaro Obregón, quienes detuvieron, esposaron y remitieron a los separos a dos personas tras realizar una pinta el pasado 1 de marzo.
"Esta represión reprobable constituye un retroceso inadmisible en una Ciudad de Derechos y Libertades", escribió en su cuenta de Twitter.
Más tarde en un comunicado de prensa, la Secretaría de Gobierno indicó que la Ciudad de México es una ciudad de derechos y de libertades, por lo tanto, no se puede reprimir a nadie ni se pueden repetir casos como el de este martes que vulneran las libertades de expresión ciudadana.
El UNIVERSAL buscó la postura de la alcaldía de Álvaro Obregón, pero dijo que más tarde emitían su postura sobre el caso.