La caravana de madres chiapanecas que buscan justicia por sus hijas asesinadas en Tuxtla Gutiérrez, sin ser atendidas por la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE), llegaron a la ciudad de Juchitán, en la región Istmo de Tehuantepec.
Las madres llegaron durante la mañana de este miércoles y seguirán avanzando hacia la capital de Oaxaca, en donde descansarán para después seguir a Tehuacán y San Martín Texmelucan, Puebla, y después al Estado de México.
Las mujeres explicaron que las autoridades correspondientes no han detenido a los probables responsables de los feminicidios de sus hijas; también exigieron que los casos sean investigados de manera apropiada y con perspectiva de género.
Mary Cruz Velasco Nájera y Adriana Gómez, madres de Karla Yesenia Gómez Velasco y Jade Guadalupe Yuing Gómez, respectivamente, la primera joven asesinada el 4 de julio del 2008 y la segunda el 14 de enero del 2020, llegaron al municipio zapoteca procedentes de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Una vez en Juchitán, ofrecieron una conferencia de prensa y colocaron las lonas con los rostros de sus hijas y las exigencias de justicia. Las madres se encadenaron las manos y cargaron cruces por todos los casos de feminicidios no resueltos en Chiapas.
Las familias expusieron todas las anomalías que han documentado en las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía General del Estado de Chiapas ( FGE). ?En el caso de Karla Yesenia Gómez Velasco, ella tenía 21 años cuando fue asesinada en julio del 2018 en Tuxtla Gutiérrez.
De acuerdo con las investigaciones, Karla salió a una reunión con su equipo de trabajo para despedirse y no regresó a su casa, fue encontrada atropellada pero con signos de violencia en la colonia Francisco I. Madero; después de la presión mediática de la familia se logró la detención por este crimen a Marvin "N", a quién se le acusó de homicidio simple intencional y no feminicidio.
A casi tres años de su asesinato, la familia teme que el responsable salga libre por las deficiencias en el proceso por parte de la justicia de Chiapas.
Con tan sólo 13 años, Jade Guadalupe era una atleta de alto rendimiento de la disciplina de Judo, y fue encontrada sin vida en las instalaciones del Instituto del Deporte de Chiapas (Indeporte), el 14 de enero del 2020.
Las autoridades de la Fiscalía General de Justicia y de Indeporte informaron a la madre que fue un suicidio y así lo asentaron en las actas, pero una serie de contradicciones y anomalías detectadas en la escena del crimen y en el comportamiento de los compañeros y entrenador de Jade, así como en todo el proceso de investigación, llevaron a la familia a dudar del dictamen oficial desde el primer día.
Por ello, pidieron que se reclasificara el delito como feminicidio y que se investigara el caso con perspectiva de género.